En el momento que escribo esto, desconozco si se ha convocado un comité de gabinetes de crisis variados sobre la derrota cajista ante el Joventut en Badalona. No sé si los directores deportivos de barra de bar (gracias, Ettore Messina por habérnoslo llamado en su momento) han llegado a fijar el tiro en los pívots dominantes que han encontrado en el mercado para incorporar ya al plantel malagueño, o si el base director que controle con mano férrea el ataque evitando que Kendrick Perry se desmande, está ya buscando piso cerca de nuestras playas, o si ese tirador clonado entre Reggie Miller y Stephen Curry ha elegido ya dónde va a tomarse el pitufo mixto y el mitad del desayuno.
Ahora en serio, aunque queda la mar de mono eso de seguir ganando partidos, hablar siempre de lo bien que juega el equipo y contar una victoria tras otra, no creo que nadie en sus cabales pudiera pensar en eternizar la famosa racha de victorias en la Liga ACB, que en el mes de junio más de uno se veía con el título de la Copa del Rey, la FIBA BCL y la Liga ACB, porque somos tan estupendos que nos lo merecemos todo.
¿Lo importante de esta semana? Que con el partido de mañana frente al Tofas Bursa, empieza la segunda fase de la competición europea y hay que atacarla directamente para evitar que los rivales puedan creerse algo que perjudique a los intereses cajistas, porque en un primer vistazo de turcos, más Cholet y Estrasburgo, creo que igual que el Unicaja podría terminar 6-0 el grupo, es capaz de perder contra cualquier rival. Digo lo del rotundo 6-0 porque pese a la derrota en Badalona, este Unicaja actual lleva 11 de las 19 jornadas de la mejor liga nacional de Europa en segunda posición, tras el campeón y actual líder de la Euroliga, el Real Madrid. Fue el primer equipo en derrotar a los blancos, cosa que también ha hecho con 3 de los 4 equipos españoles que juegan la mejor competición europea, es la mejor defensa y el segundo mejor ataque de la ACB.
Con respecto a la derrota del sábado, era una opción igual de válida que otra. Es más, no creo que el entrenador esté especialmente ofuscado por caer ante un equipo que está llegando ahora a tener una entidad reconocible, datos estadísticos hablan del mal día propio y del buen día ajeno, como se ve mirando el ratio asistencias+recuperaciones-pérdidas, que en el partido se quedó en 9 por parte de Unicaja, cuándo su media era de 17, con 6 balones perdidos más de lo habitual. O el dato del tiro de 3 puntos, que fue un 5 de 17 (pobre 29%), lejos de lo que ha promediado hasta el sábado: 9,7 de 25,3 (38,2%, el segundo mejor ACB).
Si a esto añadimos que las individualidades verdinegras encabezadas por Ante Tomic estuvieron brillantes, ya tenemos algo claro de manera breve para encarar una semana en la que, además del inicio de la FIBA BCL frente a un rival turco con jugadores interesantes como Austin Wiley, Caleb Homesley, Cassius Winston o el conocido Luke Maye, el próximo rival ACB es el Valencia Básket, un rival de Euroliga, de los importantes y que ya dejó claro en Málaga que formar parte de la primera competición continental exige un esfuerzo diferente al que se ve sometido el Unicaja, algo que se encargó de manifestar el nuevo director deportivo levantino, Luis Arbalejo, el cual, evaluando la temporada de su equipo se apoyaba en Unicaja y UCAM para decir que ambos tendrían más derrotas en la ACB si jugaran Euroliga.
Totalmente de acuerdo con él, no en vano, la FIBA BCL sólo ha supuesto 6 partidos al Unicaja en su primera fase, por los 22 que llevan disputado en la mejor liga al margen de la NBA, pero también habría que meter en la ecuación otros datos, como el detalle que, por el mero hecho de no estar en Euroliga, hay equipos que tienen vetados ciertos jugadores. No veo yo al Unicaja actual o a otros equipos importantes fuera de la órbita Euroliga optando a Semi Ojeleye, Brandon Davies o fichar a Kevin Pangos. Y otra pregunta, ¿cuántos equipos prescindirían de Bojan Dubljevic por no resultar lo suficientemente válido para los objetivos del club?
Lo dicho, lleva toda la razón, pero si viendo partidos de Euroliga tengo momentos en los que pienso que es otro deporte, está claro que lo que se pone al servicio de los que dirigen esos equipos son piezas diferentes, por eso, y sin olvidar nunca de qué iba nuestro pasado más inmediato, disfrutemos de lo que tenemos, además, el horizonte es magnífico.