Ganas de volver

18 Sep

Tras la disputa de la Supercopa ACB en Murcia, el Unicaja enfrenta la Liga ACB en su versión 2023/24, curso con muchas connotaciones, ver si el equipo le da continuidad a lo vivido en el pasado reciente, y si la vuelta a la élite va a ser duradera.

Pensar en lo que puede ofrecer la plantilla del Unicaja para este curso tiene que hacernos pensar en positivo, por tantos factores que hay detrás, que no hacerlo es un engaño.

Pero no se debe tampoco pensar que por hacer una pretemporada exitosa, no va a haber dificultades, ni la temporada va a ponerse complicada. Por mucho que un registro de seis victorias y una sola derrota sea un pasaporte a la euforia, la temporada como tal no ha comenzado y a buen seguro que no habrá muchos puntos de coincidencia.

Naturalmente, razones para apoyar todo lo bueno que tienen la media docena de triunfos, hay, y además, bastantes. Se consiguen los triunfos con el juego interior en plena obra, con los andamios y las reparaciones a la vista, con David Kravish y Yankuba Sima sin haberse estrenado aún con la camiseta cajista, teniendo que tirar de la aportación puntual de Illimane Diop mientras dure su contrato temporal y Dylan Osetkowski y Will Thomas como parches para la posición de pívot, porque a Augusto Lima aún le queda un rato.

Por fuera, los bases llegaron a última hora, pero con la aportación habitual, como si no hubiera pasado un rato desde el último partido de playoff para Alberto Díaz y Kendrick Perry, Kameron Taylor va a haciéndose a la idea de lo que se va a requerir de él, Tyler Kalinoski va afinando la mira, Tyson Carter irá cambiando su versión para producir más en el modo ofensivo y Nihad Djedovic no tiene inconveniente en tener más minutos en cancha ahora que el resto del año, pero su aportación es la de una pieza maestra, como le ocurre también con Melvin Ejim y Jonathan Barreiro, con poco brillo externo, pero el engranaje no se entiende sin ellos.

Y todo esto traducido en una lista de victorias hasta el último encuentro, en el que hubo un porcentaje alto de traer el trofeo de la Supercopa pese a tener enfrente a un Real Madrid al completo y que dio buena cuenta del FC Barcelona el día anterior.

Si añadimos lo vivido en la final del Trofeo Costa del Sol, con el pabellón lleno, cuándo hace nada se podían oír las zapatillas de los jugadores en algunos encuentros de competición oficial, nos queda un previo a la temporada de lo más bonito todo, pero el calendario irá pasando y dando noticias y realidades.

Siendo serios, con la visita del Lenovo Tenerife se abre un curso apasionante, con toda la dureza que tiene siempre la liga española, de entrada, tres partidos en una semana, con el viaje a Zaragoza el miércoles siguiente antes de recibir al Valencia Básket, inicio muy duro y exigente que pondrá a prueba al equipo de Ibon Navarro, y que en menos de un mes, tendrá también que hacerle frente a la FIBA BCL.

Intentar no dejarse llevar por toda esta euforia es complicado, por lo menos para la afición local, porque dentro del equipo y del cuerpo técnico, la cosa va de otra manera, con el respeto y la desconfianza que merecen tanto contrarios, como la competición, pero creo que estaría bien que mínimamente se reflexionara y nos diéramos cuenta de lo bueno que significa que este Unicaja está otra vez por aquí, ahora el trabajo está en no perder el lugar al que se está volviendo.

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