Adhesión.

24 Abr

Al cerrar la columna del pasado martes, hablaba de la necesidad de seguir disfrutando del momento que se vive en el seno del Unicaja, como continuación al mismo, que no sólo se expresa en resultados sino también con renovación de jugadores, se hace extensiva más allá de todo lo que tenemos en el primer plano que es el equipo ACB.

No contentos con lo bien que lo hacen los chicos entrenados por Ibon Navarro, este fin de semana las mujeres que entrena Jesús Lázaro han conseguido el ascenso a la segunda categoría nacional, algo que quizá por el club se pueda esperar, pero con un equipo lleno de jugadoras jóvenes y con una más que clara vocación de cantera, es más que destacable. Asimismo, el fin de semana terminó uniendo la consecución del campeonato de Andalucía cadete masculino.

Todas las noticias son buenas, además, pendiente de confirmarse esta semana la de Dylan Osetkowski, ocho piezas del primer equipo del Unicaja seguirán acompañando a Alberto Díaz y Jonathan Barreiro (que ya tenían contrato en vigor) la temporada próxima, algo que por estos lares teníamos como algo muy en desuso.

Aún arriesgándome a que me llamen cansino, no tengo previsto perder de vista el pasado más reciente, con lo que tras un tiempo realmente celestial en cuanto a resultados, se opte por intentar renovar a la gran mayoría de los integrantes de la plantilla me parece hasta lícito, pese a lo raro que pueda parecer asegurar un porcentaje de miembros de la plantilla mucho antes de la llegada del verano.
Lo que está claro también es que la actual línea de actuación viene dada por la situación inicial de la plantilla (la gran mayoría con sólo una temporada de contrato), un inicio rompedor de todas las apuestas realizadas, y la revalorización como consecuencia del buen trabajo realizado, y puede que lo que nos resulta raro es que haya éxito a la hora de encarar las negociaciones.

Naturalmente, aunque a todos de manera romántica nos agrade eso de adoptar a toda la plantilla como si fueran nuestros, la situación no está en lo habitual del baloncesto profesional actual. Que haya cambios es moneda de curso legal y, aunque está claro que entrañase peligro, la situación inicial, esa que traía nueve novedades a la plantilla, no resultaba raro, le poníamos alguna pega por tener que cohesionar tanto jugador nuevo, pero el peligro de extender tanto la permanencia de la plantilla también está ahí.

Básicamente, el Unicaja venidero necesita que la adhesión al proyecto de Ibon Navarro sea inquebrantable, que sea duradero y a prueba de derrotas, algún desencanto y de eso que mata toda relación: la rutina. Las derrotas están tan en la agenda de la competición que pensar que si vienen, con un grupo que en su gran mayoría va a repetir, hay que ver cómo se van a tolerar. Simplemente, pensar en los dos partidos disputados en esta semana, frente a dos equipos que no están en la zona de play off, y que han costado un gran esfuerzo, bordeando incluso en el de Zaragoza una derrota que no hubiera sido inmerecida.

Hay tantas buenas noticias que no apreciamos que todo esto que hace el equipo con la ausencia de Alberto Díaz en los últimos cinco partidos, algo digno de un guion de ciencia ficción, porque el equipo ha repetido la mejor racha de victorias de la temporada, pudiendo ampliar la misma a diez victorias si el domingo se gana al Joventut, partido que tiene además el incentivo de ver a nuestro Unicaja de blanquiazul, otra intentona más de apoyo al también nuestro Málaga CF intentando una complicada salvación.

El pasado martes, se designaba a Málaga como sede de la Final a Cuatro de la FIBA BCL, todos sabemos lo que ha habido alrededor sobre la no elección de Jerusalén y que se haya favorecido en gran medida a los intereses del Unicaja y de Málaga. No incluyo la consecución de esta F4 en el haber de la directiva cajista, aunque sí que creo que Antonio Jesús López Nieto ha recordado su longeva participación en las instituciones públicas para «trajinarse» a quien correspondiera para que el evento fuera aquí en lugar de Tierra Santa.

Esta mañana tenemos el sorteo que dirá el rival del Unicaja para intentar llegar a otra final este año. Que ya haya visto escrito en muchos sitios que es la oportunidad para ganar el primer título en casa me parece normal, pero de una inmadurez bastante alta, incluso sin pensar que se menosprecia a cualquiera de los otros contendientes, pero creer que lo que se va a vivir a mediados de mayo es un paseo similar al de finales de septiembre, cuándo se ganó al Heroes Den Bosch y Patrioti Levice es no tener ni idea de que va esto.

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