Lo dijo Konstantinos Kavafis.

17 Abr

Desde mi anterior columna, nuestro Unicaja cerró uno de los objetivos, no escritos pero sí esperados, la clasificación para la Final a Cuatro de la competición europea, algo que, desde el cambio de Eurocup a FIBA BCL se daba por hecho, pero que la temporada pasada significó otro fiasco de ésos que se hicieron tan habituales que terminaron pareciendo normales en el ADN cajista.

No sé si por tener que jugar la previa de la competición, o porque se anduvo con mayor respeto, pero el partido de mitad de semana en Europa ha venido bastante bien para la preparación y las aspiraciones del plantel de Ibon Navarro, y sobre todo, para la integración de las novedades, algo que se ve como uno de los principales valores de esta plantilla.

Creo que los rivales continentales han ayudado a gente como Kendrick Perry, Tyson Carter o Dylan Osetkowski a tomar el pulso de lo que quería el entrenador de ellos, a enterarse bien que la Liga ACB sigue siendo la más fuerte del continente, y a conseguir la puesta a punto necesaria para que el término ambición sea algo más que un concepto vacío.

Aparte de todo esto, tras la eliminatoria en Murcia, algo que se quiso vender como una batalla cruel y despiadada desde el club eliminado y resultó un triunfo incontestable del Unicaja sin rival durante los 80 minutos de juego, toca seguir con la Liga ACB, esperar el rival de la BCL en la Final a Cuatro y pasar página y tomar nota de los flagrantes errores ajenos (perpetrados desde la dirigencia del club, desde el banquillo, en la pista y en una parte de la grada) y no correr el riesgo de repetirlos si en el algún momento se da la ocasión.

De la FIBA BCL también hay que poner en situación el camino recorrido, de qué manera se ha conseguido y sobre todo los rivales a los que se ha enfrentado el Unicaja.

De los siete rivales que ha tenido el equipo malagueño en Europa (fase previa aparte), sólo Dinamo Sassari y PAOK Salónica están entre los cuatro primeros, JDA Dijon y AEK Atenas son sextos, y Galatasaray es séptimo, UCAM Murcia, duodécimo y Limoges decimocuarto en sus respectivas competiciones.

No se trata de menospreciar ni el trabajo de la plantilla, ni los resultados obtenidos, tan sólo poner las cosas en perspectiva, hay que entender que los rivales son los que la competición ha puesto, pero el año pasado sólo hubo un escalón de diferencia con respecto a lo conseguido en estos momentos y las sensaciones eran tremendamente dispares, incluso antes de la eliminatoria de playoff frente al BAXI Manresa, por lo que se trata de poner en su justa medida lo conseguido, disfrutando de ello, pero sobre todo, entender que se trata de un escalón más a subir, y quién sabe, si se puede aprovechar para conseguir un nuevo hito en la historia del club.

Mientras llega el próximo día 25 y se conoce el rival en semifinales de la BCL, toca pelear durante algo menos de un mes con un calendario que pone en horizonte a Río Breogán, Casademont Zaragoza, Joventut Badalona, Real Madrid y BAXI Manresa antes de volver a pensar en la competición europea.

La primera parada, Lugo, contra un Río Breogán histórico, y cuyo estatus actual no lo coloca en la élite, pero que significará un partido duro, en un ambiente en los que gusta jugar y con un rival enfrente con jugadores más que destacables en su plantilla.

Bajo el mando del conocido Veljko Mrsic, en Lugo se ha armado un equipo más que sólido, con gente como Scott Bamforth y Ethan Happ destacando en anotación, este último además siendo el mejor reboteador y recuperador de balones de la competición, Justus Hollatz casi en 3,5 asistencias por encuentro y Toni Nakic con más de un 40% en tiros de 3, quizá le falte un punto para asaltar la zona de playoff de pleno derecho.

El momento del Unicaja es de una bonanza que no podía imaginarse hace unos meses con todo lo vivido recientemente, y lo mejor y más importante está siendo el viaje, incluso dejando de lado el destino al que llegue el equipo de Ibon Navarro, como ya dijo en su día un Konstantinos Kavafis, al cual, pese a ser griego no hay que buscarlo en las plantillas de los equipos de Atenas, mejor en los libros de poesía. Sigamos disfrutando.

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