Pedir perdón.

3 Abr

El Unicaja solventó el pasado sábado el trámite previo al encuentro de esta noche frente al UCAM Murcia, el Carplús Fuenlabrada dio una imagen que tras haber visto como se desarrolla la ACB, pensar que los madrileños no van a ocupar una de las dos últimas plazas de la tabla es muy difícil.

Y es que, como cantó la grada en Málaga, lo que importaba era ir «a por el Murcia», ya que, pese a lo conseguido, no me cuadra nadie en el Unicaja que claudique en seguir progresando y ponga puertas a la ambición. Y, ¿por qué no decirlo?, plantearse a un UCAM Murcia como un rival inalcanzable sería otra mentira.

Lo que ocurre es que no es el rival sobre el papel lo único que es una complicación, sino que escollos hay en todos los sitios. Seguro que todos tenemos nuestra lista particular, pensar en el momento de forma puntual de cada equipo o jugador, cómo se puede adaptar el equipo a que el pabellón tenga un ambiente más frío o más hostil, qué actitud se va a tener frente al arbitraje de la FIBA BCL, cómo se encara el segundo partido tras jugar el fin de semana en Granada y con la oportunidad de liquidar la eliminatoria o tener que conseguir obligatoriamente el triunfo para seguir con vida…

Muchas variedades e interrogantes que se vienen de golpe, y además, con un momento tan habitual y tan propicio para pedir perdón.

Estamos en el tiempo del año en el que mucha gente pide perdón, aprovecha para algún que otro acto de contrición y tomarse como punto de partida de la mejora a partir del reconocimiento de los problemas y del trabajo.

A mucho cofrade y sobre todo, a mucho aficionado malagueño le gustaría que le pidieran perdón por poner un partido tan decisivo para el futuro inmediato en la mitad de la Semana Santa. En ese grupo incluyo por supuesto al presidente Antonio Jesús López Nieto, que aunque diga que da tiempo para todo (no le falta razón), en su fuero interno tiene que estar jurando en todos los idiomas por la particular manera de hacer los calendarios.

Y es que, aún tirando de prudencia, el Unicaja de ahora, contando con el Martín Carpena de las grandes ocasiones, esto sería algo determinante para la resolución del play off que viene. Aunque el ritmo de venta de entradas esté bastante bien encauzada, la duda la presenta el grupo de abonados, si a la hora de elegir pesará más el baloncesto que el Martes Santo, algo tan personal como complicado de decidir.

Habrá quien pida perdón por perderse las procesiones iniciales por ir al baloncesto, o al revés. Y alguno, a la hora de disculparse, habrá pensado en Alejandro Gómez, director General del UCAM Murcia, que ha sacado una versión entre víctima y ultra, que lo mismo te llora por un atropello histórico, que te quema una bandera del contrario, algo para lo que no estaba preparado.

Me esperaba algo más estándar, como la trampas tácticas de Sito Alonso, las rachas desde el exterior de Travis Trice, Thad McFadden o David Jelinek, la versión canalla de Sadiel Rojas, que tanto gusta en casa y tanto desagrada fuera, pero también reconozco que respetaba mucho más a Gómez por la vertiente director deportivo que por el resto. Entiendo que con las limitaciones propias de cada club, los fichajes son buenos dilatándolos en el tiempo, que pese a que la temporada en ACB no tienen buenos números, en BCL han eliminado a equipos como Tofas Bursa, Pinar Karsiyaka o Darussafaka, y seguro que casi todos coincidíamos que esperábamos más la versión peleona del Murcia, en lugar la versión damnificados.

Y es que no dejó nada por repasar, que si la ciudad, que si un banco, que si el arbitraje, que si el patrocinador, que si la FEB, que si la FIBA… Naturalmente todas las comparaciones en modo agravio comparativo con el club que visita hoy al Unicaja. Sólo le faltó culpar por la agonía del Mar Menor, algo que no me hace ninguna gracia, por el puesto de responsabilidad que ostenta y por el eco que tiene todo lo que dice. Si quería buscar un plus extra de motivación podía hacerlo de mil maneras, pero esa versión murciana del «Rusia es culpable» de Serrano Suñer allá por el siglo pasado son las que provocan que haya sitios dónde no te dejen de entrar con la camiseta de tu equipo… por si las moscas.

No creo que tenga que pedir perdón, ni mucho menos, pero creo que le hace un flaco favor a su club y que su plantilla para jugar a tope y darlo todo e intentar derrotar a Unicaja no lo necesitaba.
Al único que yo le pediría perdón sería a José María Martín Urbano, porque en esta época, tanto de mi vida como del año, no tenerte en la puerta de tu pabellón para poder comentar, discutir, hablar y volverme hacia atrás en el puesto de prensa y no verte, no se me cura diciendo que te echamos mucho de menos. Y aún habiendo visto a tu Cristo de la Pasión, te pido perdón, porque yo voy a ver al Unicaja porque es un partido decisivo, después tendré tiempo para todo.

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