Fiabilidad

3 Oct

El debut del Unicaja esta temporada 2017/2018 ha traído la victoria en Murcia, un año que se aventura complicado y difícil, con un reto apasionante y que puede resultar tremendamente duro como es la Euroliga, y con una Liga ACB que sigue siendo la puerta a seguir en la primera competición continental y que no acertaremos a saber si tendrá de una vez la tranquilidad en su estructura y nos dedicaremos a hablar de lo que ocurre en la cancha solamente, en lugar de los despachos.
Creo que del partido del domingo, tengo que sacar pocas conclusiones, porque hay demasiadas cosas que apuntalar, el rival es el que es, los momentos de formas hay que vincularlos al almanaque y esto va más por cómo acabe, no lo que llevamos visto.
Hace años, veíamos a equipos que repetían quintetos casi de manera eterna, que jugaban casi la totalidad de los minutos y cuyos entrenadores sólo realizaban los cambios a fuerza de lesiones o faltas personales.
Muchos nos sabemos de memoria quintetos como: Ramiro, Blanco, Arlauckas, Vecina y Brown (Caja de Ronda), Corbalán, Brabender, Walter, Rullán y Meister (Real Madrid), Solozábal, Epi, Sibilio, De la Cruz y Norris (FC Barcelona) y otros que podrían incluirse sin mucha complicación.
Era otra época, revisando a vista de pájaro cómo funciona el baloncesto de ahora y de qué forma gestiona Joan Plaza el grupo que tiene entre manos, lo complicado es ver jugadores que completen más de veinte minutos en cancha bajo la dirección del entrenador catalán, por eso, hay que destacar que Alberto Díaz haya arrancado este curso con treinta minutos en el Palacio de los Deportes de Murcia. Realmente, tampoco voy a sorprenderme en exceso, sobre el base de la cantera del Unicaja, hay algo que tengo claro -incluso ahora, momento en el que su estatus está en sentido ascendente y que parece no tener techo-, está en un momento, que me parece que Milos Teodosic se marchó a Los Ángeles porque allí tendrá menos competencia en la posición de base que en Málaga. Bromas aparte, no nos vamos a creer que Ray McCullum va a ser espectador de la dirección del base pelirrojo, pero más allá de no conocer a los rivales por debutar en Europa con el Unicaja, seguro que no tendría en la imaginación que la competencia interna se lo iba a poner realmente complicado.
La mejor noticia para el equipo y para Alberto Díaz es que mientras que él quiera seguir así, todo irá sobre ruedas, y que sobre la base sólida que él significa, se puede llegar a construir lo que se pretende.
Aunque no termino de creerme el reparto de roles llevados al extremo que muchas veces proponen las rotaciones que por momentos no se llegan a comprender, la plantilla actual del Unicaja tiene hasta la posibilidad de tres jugadores por puesto en el quinteto que pueda presentar Joan Plaza. Para jugar de base, Ray McCallum, Alberto Díaz y Morayo Soluade, en la rotación exterior, los dos últimos, más Sasu Salin, Nemanja Nedovic, Dragan Milosavljevic, Dani Díez y Adam Waczynski, y por dentro, Carlos Suárez, Jeff Brooks, James Augustine, Giorgi Shermadini, Viny Okouo y Dejan Musli.
No sé si puede ser suficiente para aspirar a cumplir los objetivos fijados, pero de la gestión de los roles por parte del entrenador, así como de la respuesta que den los jugadores asumiendo las dificultades que van a encontrarse durante el curso, dependerá el éxito o no de lo que acaba de emprender el Unicaja actual.
Quizá esta temporada sea el desafío más complicado al que ha de enfrentarse el club en los últimos años, a priori mimbres hay, además muy en la línea de las modas actuales del baloncesto, para dar versatilidad en cada posición, por lo tanto, ilusión no puede faltar, sobre todo con gente tan fiable como algunos de ese grupo.

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