El último baile.

1 Ago

No es la primera vez que se habla de una gran cita de selecciones (Eurobásket, Mundial, Olimpiadas…) y nos referimos a ella como la última reunión de la generación dorada nacida en los 80, al famoso grupo de los “junior de oro” que en las últimas fechas han vivido las retiradas de dos ilustres como han sido Raúl López y Bernardo Rodríguez, casi con toda seguridad que los primeros juegos de Sudamérica han de ser el último baile de un grupo de tipos que tardará en juntarse.

A esta cita llega España con la ilusión de completar un trabajo complicado y difícil que el verano pasado tuvo el broche de la consecución del Eurobásket en Francia, la vuelta de tuerca más que se ha pedido este grupo a sí mismo conlleva complicaciones, mucho más cuando las ausencias de gente como Marc Gasol o Serge Ibaka hacen que haya que ponerse en guardia, sobre todo cuando se une que a temporadas muy largas y a la veteranía que exhiben la gran totalidad de los jugadores importantes, hay que sumarles que en un torneo corto y sin partidos de bajo compromiso, los momentos de descanso no se ven en el calendario, además la frase que más se repite en la concentración del grupo de Sergio Scariolo es “aún tenemos mucho trabajo”, no tranquiliza, pero el crédito que tiene ganado no hay quien se lo discuta.

España abrirá el calendario del grupo B frente a Croacia, que tomó al asalto la fase preolímpica de Turín dejando fuera a equipos como Grecia o Italia, que con Ettore Messina al frente presentó al mejor equipo de los últimos años del baloncesto transalpino. Ciertamente, los de Aleksandar Petrovic, mostrando un carácter inusual con respecto a los últimos años y apoyándose en los jóvenes como Bogdanovic, Saric y Hezonja se muestran como el primer escollo para evitar derrotas con las que no se cuentan y que tendrían como resultado un cruce de cuartos fuera de la agenda prevista, y aquí sabemos de sobra que al seleccionador le encanta llevarlo todo bajo control. Lo peor para ellos, la posición de base, tremendamente precaria en manos de Ukic, Stipcevic y puntualmente de Simon.

El segundo día a España le toca Brasil, de un lado, las ausencias de Splitter, Varejao y Faverani, es algo que dejaría tocado a cualquiera, pero entre Hilario, Lima y Hettsheimeir habrán de paliarlo, por fuera, Huertas, Luz, Neto, Benite o Barbosa han de generar y apoyarse en la condición de local para conseguir quitarse la maldición de los cuartos de final, algo que parece una tradición macabra en los de Rubén Magnano, el grupo de rivales con el que pelear tampoco es fácil.

Nigeria será el siguiente rival, ¿fácil?, sobre una preselección de 24 jugadores había 15 ligas representadas, al final, la plantilla que presentará el americano Will Voigt tiene jugadores importantes como Diogu o Al-Farouq Aminu que junto con otros hacen progresar a los africanos, el reto para ellos está en pasar la fase de grupos, pero puede que no sea suficiente, porque tradicionalmente han tenido buenos mimbres, pero no ensamblados con acierto.

Para Lituania la gran ausencia es Motiejunas. Con esa enfermedad de nuevo cuño que es “negociar el contrato NBA”, Kazlauskas contempla como su estrella Valanciunas se queda algo solo, pero la selección finalista del último Eurobásket presenta todos los jugadores interesantes que podamos imaginar como Kalnietis, Maciulis, Seibutis, Jankunas o Kuzminskas, la adición de nuestro héroe local particular Domas Sabonis (aunque sea de Portland y no juegue con España, es nuestro) es la mejor noticia, como rival parece que le falta algo, como si a cada línea fuera necesario añadir algo más, pero por aquí, bromas pocas.

El rival para cerrar la fase de grupos, Argentina se parece mucho a España, y no es precisamente una buena noticia, vale que por dentro pueden estar algo cortos, pero en general enfrentarte a un plantel con tanto duro veterano ilustre aportando “intangibles” como Ginóbili, Scola, Nocioni o Delfino, es de lo más incómodo, no creo que echen de menos a Prigioni, Richotti o Mata, un grupo en el cual los veteranos tienen claro que es su última gran cita y los jóvenes que han de trabajar de firme para aprovechar la oportunidad que se les presenta.

Por el otro grupo, todo lo que no sea el pase de Estados Unidos, Francia, Australia y Serbia dejando fuera a China y Venezuela sería una sorpresa, pese a las ausencias de gente como la nueva estrella Simmons y Exum en Australia, o Bjeliça, Marjanovic y Milutinov en Serbia, los equipos que pueden ser rivales de España en los cruces, tienen toda la peligrosidad que les da haber llegado a un torneo tan reducido y que tiene en una única bala en forma de partido eliminatorio el mayor peligro a solventar.

No he hablado de Estados Unidos ni de lo bonito que sería asistir a una tercera final olímpica consecutiva España-Estados Unidos, creo que desde la época gloriosa y los enfrentamientos Unión Soviética-Estados Unidos, nadie lo había conseguido, no lo hago porque, da igual cuántas ausencias y de qué calibre tengan los chicos de  Coach-K, seguirán siendo los favoritos número uno al título y pensar en llegar al cierre de la Feria de Málaga con la seguridad de medalla y el ansia de conseguir el primer oro de la historia es vender la piel de un tigre muy peligroso antes de cazarlo, eso sí, no se me ocurre nada tan bonito.

PD: Voy a aprovechar estos próximos días para descansar en mis colaboraciones, si les parece bien a ustedes y a la familia de La Opinión, volveré en septiembre, si es así, será todo un honor.

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