Dentro de las reglas de juego de cada verano están los cambios de jugadores en las plantillas, en Málaga, si una temporada buena trae cambiar a casi a la mitad, tras un año no especialmente bueno como el recién acabado para el Unicaja, no esperaba yo otro tipo de comportamiento.
Haciendo buena la frase de “antes de entrar dejen salir”, y aún esperando la oficialidad a la salida cantada y esperada de Mindaugas Kuzminskas, la más que probable no continuidad de Fran Vázquez, supone cerrar la época en Málaga de un jugador que ha sido importante y que lo tenía todo para haber sido crucial y no lo fue.
Siete temporadas en Málaga, seis con el FC Barcelona, una con Akasvayu Girona, otra con Auna Gran Canaria y tres partidos de playoff en LEB con el Bilbao Básket conforman su hoja de servicios, todo ello antes de vestir la camiseta madridista el próximo año, como se ha podido leer en los medios.
Nada que ver esta salida con respecto a la experimentada al final de la temporada 2004/2005, aquella en la que el jugador gallego dejaba Málaga atraído “por el proyecto deportivo del Akasvayu Girona (sic)”, el equipo catalán juntó casi todo lo malo que se pueda ocurrir: un equipo modesto que de la nada saca un patrocinador con ansias de propiedad y que nadie conoce, pone una cantidad indecente de dinero y habla de grandeza, de continuidad y de asalto al poder, el resultado: tres años de vida que terminaron borrando a la ciudad del mapa ACB y en un poco más del baloncesto profesional. La suerte que tuvo Fran, fue que tras un año gris, llegó al todopoderoso FC Barcelona que le mantuvo un sueldo acorde con el fichaje y le concedió la oportunidad de demostrar en un grande todo lo que se le conocía.
En aquel momento, ese capítulo importante de la historia del Unicaja llamado Gorka Arrinda, le birló al pívot nacional más prometedor, en parte por ambición y en parte por mala gestión del club malagueño, que usó al lucense más para jactarse de lo barato que era, que para actuar con diligencia y proteger su inversión, ahora, Fran Vázquez recibe un agradecimiento por los servicios prestados y cien mil euros para ser pívot del fondo de la rotación en el Real Madrid, cosa para lo que –al parecer- no sirve en Málaga. A tenor de lo que se ha podido ver en los medios, al jugador de Chantada se le ha ofrecido rol y salario de quinto pívot, aunque las cuentas tampoco me salen, porque si ya está en plantilla Dejan Musli, se intenta que venga Ondrej Balvin y Viny Okouo va a seguir, todo esto junto con los dos “cuatros” (sean Carlos Súarez y Will Thomas u otros), ya me salen cinco pívots, ¿o me dicen que al todavía jugador del Baloncesto Sevilla se le ofrece lo mismo que a Fran?, ¿estaría Viny Okouo delante de Fran Vázquez en una hipotética rotación?.
Me quedo con la idea del pívot gallego fuera de cualquier concepción de plantilla del Unicaja versión 2016/2017, no sé si esto atañe a la parte de Joan Plaza o a la del club, pero la historia Fran Vázquez-Unicaja toca a su fin, en el último tramo de su carrera, al pívot se le abre la posibilidad de jugar en el otro equipo futbolero del país, con una exigencia diferente y una necesidad de hacerlo bien y hacer que se palpe en forma de títulos, algo que ya vivió en Cataluña, pero el Fran aquel estaba en un instante de su carrera diametralmente opuesta a la actual, lo que va a pedir su nuevo entrenador va a ser diferente a lo que le pidieron entonces y lo que se le pidió en Málaga.
Ya que desde mi opinión Unicaja le ha enseñado la puerta de salida a Vázquez, (algo lícito por otra parte, al no cuadrar en la idea de equipo no va a quedarse con él), éste ha actuado en consecuencia y ha tomado la mejor opción que se le ha presentado, toda vez que actúa desde la libertad absoluta aún habiendo cedido por su parte.
Ojalá le vaya bien a Fran, que cierre su carrera profesional brillantemente y que al cruzar su destino con Unicaja la suerte no le sonría, pero que sea feliz cuándo vuelva a ser otra vez vecino de la zona del Martín Carpena en un futuro no muy lejano, mientras tanto, con el Unicaja nuestro metido en la enésima revolución y con esa búsqueda de identidad perpetua, vemos como se despide de Málaga sin ese halo polémico que ha rodeado tantas de sus decisiones.