Modo bucle.

6 Jun

En un momento en el cual la competición ACB aún está a mitad de las semifinales, nuestro Unicaja parece que lleve meses sin competir. Ya se habla de salidas, de llegadas, se filtran de manera más que interesada conversaciones o declaraciones que dicen que uno no soporta a otro… Todo esto, gracias en parte a esa configuración de serie que trae el Club Baloncesto Málaga, pertenece a lo habitual de cada verano. Desgraciadamente, aquí se cambia casi todo tras un año malo… o tras un año bueno. Se va gente que termina contrato y algunos que tienen un compromiso en vigor. Los que quieren quedarse, tienen que hacer las maletas, mientras que los que se quieren ir y que el club desea que se vaya, han de quedarse. Es algo que forma parte consustancial de este club, algo que se repite en modo bucle.

Sólo por eso, analizar cómo han actuado los miembros del equipo es complejo. Partiendo de la base de las buenas intenciones de todos, no puedo dar por buena la temporada. Porque este club, pese a tener muy lejos los años de manejar presupuestariamente una economía deslumbrante, ha tenido una gran cantidad de dinero para gestionar la temporada. Y no clasificarse para la Copa del Rey, encuadrarse en el play off ACB en sexta posición y no pelear de forma efectiva por el Top 16 no me parece un buen balance. Incluso teniendo en cuenta lesiones, problemas de rendimiento y ausencia del famoso escáner cerebral del que habla el técnico.

En una plantilla que ha usado 19 jugadores (aunque Kenny Hayes, Germán Gabriel, Kenan Karahodzic, Viny Okouo, Cristian Uta y Romaric Belemene no han llegado a diez partidos), es complicado ver quién aprueba y quién no. Desde mi punto de vista, Alberto Díaz, Mindaugas Kuzminskas, Will Thomas y Jack Cooley son los que han cumplido. Díaz era el «+1» de una plantilla inicial de 11+1, y entre las lesiones y la inadaptación de sus compañeros de posición, el paso adelante dado ha sido crucial para el equipo.

Kuzminskas, pese a su irregularidad, ha demostrado que estaba en el último año de contrato, que todo lo que hiciera iba en beneficio propio y del equipo, y que sus días aquí han llegado a su fin. Thomas ha estado beneficiado por la falta de competencia en su puesto y por la inadaptación de Suárez. Ha sido sólido y duro, y su renovación será complicada. Cooley da la muestra real del nivel que ha completado el equipo, sólo a base de esfuerzo. Pese a sus condicionantes técnicos ha sido más que importante para el juego del conjunto, honesto y trabajador.

Del resto hay de todo, Nemanja Nedovic ha sido crucial para la mejora, pero en un sitio donde no se le buscó en el inicio. Talento puro y capaz de generar sus propios puntos, pero fuera del control del entrenador una auténtica rémora para cualquier equipo que pretenda salir de la mediocridad. A Stefan Markovic y Jamar Smith el tema lesiones los ha dejado fuera del rendimiento efectivo para la importancia que iban a tener en el equipo, en el caso del serbio, la relación con el entrenador no terminó de ayudar, o al menos el cruce de declaraciones plasmado en los medios. Dani Díez es joven y tiene que mejorar, aunque el año no ha sido el más propicio. Edwin Jackson junto con Richard Hendrix pueden calificarse como los mayores fiascos del año.

He dejado para el final a Carlos Suárez y a Fran Vázquez. El verano pasado todos, sin discusión, no entendíamos su ausencia del equipo nacional. Ahora, seguro que más de uno se plantea si merece la pena que sigan vistiendo de verde. De hecho, el gallego parece que no va a seguir, entre un cambio de posición que sigue defendiendo el entrenador en el caso del de Aranjuez y una tremenda irregularidad en el caso del de Chantada, el plantel ha estado echando de menos la aportación de dos jugadores que eran cruciales para mantenerse arriba. De los que han jugado poco o los temporeros, simplemente decir que por una cosa u otra su aportación no ha sido importante.

Como capítulo final, el entrenador tiene una parte de responsabilidad crucial, para lo bueno y para lo malo. Pero sobre si ha de seguir o no, simplemente pensar que si fue renovado sería por algo, y no me creo eso del final de ciclo. El ciclo de Joan Plaza estaría más o menos caducado si tuviera a los mismos jugadores, cosa que no sucede, y sobre todo, si tan bueno era hace unos meses, no me creo que ahora alguien desee que se marche teniendo que ponerlo todo patas arriba… otra vez.

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