Lo mismo tocaría decir que el Unicaja versión 2015/2016 ha cogido la ola buena. Cuatro victorias consecutivas, alcanzada la sexta posición (aunque sólo una victoria de diferencia con el noveno, Dominion Bilbao Básket) y con un cambio de actitud, como reflejo puede verse el último triunfo, ante el FIATC Joventut, victoria resuelta sin necesidad de cuadrar una faena genial y que se cierra con errores y superando adversidades propias y ajenas.
Como continuación de este tono positivo, el calendario que resta en este mes de abril, tiene mejor pinta que el del último mes de liga regular. Ahora le queda al Unicaja jugar en casa de Movistar Estudiantes, recibir a MoraBanc Andorra y rendir visita a ICL Manresa. En mayo, los viajes serán a San Sebastián y Santiago de Compostela, siendo los partidos de casa frente a Herbalife Gran Canaria, Real Madrid y Valencia Básket. Pese a lo que ha comentado el entrenador, viendo unos rivales y otros, pensaba y sigo pensando que para el mes de abril, el equipo ha de marcarse como objetivo terminar todos los partidos con victoria, sobre todo porque acabar la liga regular con esos visitantes, y unos viajes a canchas como las de RETAbet.es y Río Natura Monbús, que están jugándose la vida parece bastante más hostil, sobre todo sin pensar en ningún momento que vaya a ser tarea fácil, ya que el baloncesto que exhibe el equipo malagueño tampoco es que sea de ensueño.
Porque es así, si este equipo encaja cuarenta puntos en dos cuartos, aunque esa cifra puede ser la media que tengamos en la cabeza, es casi entregarle el partido al contrario, o se afana en concederle pocas opciones de sumar apretando en defensa o sinónimo de problemas.
La cara del equipo ha mejorado, pero no termina de haber una semana tranquila. Esta semana pasada hemos tenido el recado de Joan Plaza a Stefan Markovic y la réplica de éste. Sólo sabiendo lo que ha trascendido a los medios, creo que no es lo mejor para lo que se quiere que el jugador aporte al equipo, si además, anteriormente se le ha transmitido desde el club la necesidad de acelerar la recuperación, hacer público exigirle más al jugador es darle ventaja. Sobre todo porque el tema dolor es algo tan subjetivo que el lesionado va a tener siempre en su mano la carta ganadora.
El mismo Richard Hendrix tuvo una lesión similar que se alargó hasta que el ahora jugador de Maccabi dispuso cuándo volver, si busco más en el tiempo, otro jugador de la plantilla, Fran Vázquez, en 2006 fue convocado por Pepu Hernández para el Mundial de Japón y renunció por una lesión en la espalda, a los pocos días estaba entrenando con su club de entonces, el FC Barcelona, si España no llega a ser campeona del mundo en el éxtasis de felicidad que vivimos, seguro que nos hubiéramos acordado del gallego.
El viaje de Jack Cooley a Krasnodar es algo que tampoco suscita adhesiones inquebrantables, ¿era imprescindible que viajara con el equipo estando lesionado?, conozco y me consta la valía profesional y personal de Mario Bárbara, pero meterle esa paliza al jugador parece arriesgado, sobre todo cuándo aquí quedan también profesionales capacitados para tratarlo.
El momento de Fran Vázquez también es para evaluarlo, aunque el entrenador lo alabara públicamente en el partido frente a Bilbao Básket, ni la actuación ante Lokomotiv Kuban, ni mucho menos el pasado domingo ayudan a mejorar el gris balance que presenta el pívot gallego, que está viviendo una temporada tremendamente aciaga y muy alejada de lo que a buen seguro todo el mundo quiere, el mismo jugador, el entrenador, el club y la afición esperaba de él, y ya queda poco tiempo para enderezar el rumbo.
Aún sin ese “castigo” en el que se convirtió la Euroliga desde hace un tiempo para el equipo, y pese a que se vive la mejor racha de victorias de la temporada, la tranquilidad no está –al menos en apariencia- ligada al devenir normal, lo cual me lleva a pensar que si este equipo está en la pelea con tantos vaivenes, si se evitaran, sería casi imparable.