Los límites

14 Abr

Podría decirse que con la finalización de la participación del Unicaja en la Euroliga de esta temporada se ha repetido algo conocido, que es el frenazo en el Top 16, escribí hace un tiempo sobre la necesidad de dar un paso adelante intentando llegar al playoff, aunque tras un tiempo con muchas sombras por los resultados y con noticias poco tranquilizadoras sobre la continuidad en la primera competición europea, la semana ha tenido noticias positivas en toda su extensión.

Tras tener estos últimos días noticias sobre la retirada de la Licencia A al Unicaja, la aparición en el horizonte de una presunta nueva competición respaldada por la FIBA parece haber tenido como consecuencia inmediata dejar el tema como está y sin modificaciones al menos de momento. Desde ahora, hay tiempo suficiente para planificar la temporada próxima, pudiendo encarar renovaciones de piezas básicas como Jayson Granger y Ryan Toolson o fichajes para poder reforzar el equipo sabiendo que el presupuesto del que se disponga ha de servir para estar en la primera competición europea y no repetir errores pretéritos.

Mientras tanto, los chicos de Joan Plaza cerraron la actuación de este año con una victoria ante el Laboral Kutxa Baskonia, algo que ha corroborado dos ideas que tenía en la cabeza: el equipo ha sido honesto en su esfuerzo y profesional a la hora de desarrollarlo, y por otro lado creo imprescindible poder dar un paso adelante para superar el Top 16 como meta, por muy difícil que parezca el objetivo, porque pienso que algunos de los ocho equipos que siguen jugando en Europa no son tan superiores.

En otro orden de cosas, en la liga española que se ha visto arrollada por el “clásico” futbolero, versión segunda semana de abril de 2015, el equipo ha tenido otra gran victoria. En una cancha donde han perdido todos los equipos clasificados entre el segundo y quinto puesto, y con el juego exterior disminuido ante las ausencias de Kostas Vasileiadis y Carlos Suárez, el equipo tira de las señas de identidad antes indicadas y saca adelante un partido nada fácil. Resultado: para ver a los rivales, el Unicaja ha de seguir volviendo la cabeza y mirando a su espalda, siguen las buenas noticias.

A grandes rasgos, es lo ocurrido en la semana que hemos dejado atrás, hay detalles que se quedan, y que hay que tener presentes, no sé si la forma de ser que tiene el equipo, la manera de conducirse y sobre la que el entrenador ha venido incidiendo desde que llegó, ha tenido una conveniente puesta en escena. Todo esto viene porque no entiendo en qué momento alguien se extrañó de la seriedad mostrada en el partido del viernes frente al club de Josean Querejeta. ¿Alguien pensó que hubiera pasado con un intercambio de papeles?, mejor no. No vi al equipo de Ibón Navarro dentro de la pelea, y no sé si hubiera resultado justo, pero aunque el equipo malagueño no tuviera nada en juego, y aún sin recurrir al “See you in TAU” del magnífico Marcus Brown, lo más justo y honesto era no regalar nada al rival, y ahí quedó la disputa.

La vuelta de Madrid y el cierre de una semana con buenas noticias trae para Málaga algún lesionado, la letanía esa de mantener la salud del grupo tal vez no sea algo a desechar por repetitivo, sobre todo, porque el juego del equipo me convence más con el paso de los días, ahora que hay que seguir peleando cada jornada para mantener el liderato, espero que el plantel no sufra en exceso. Quedar primero al final de la fase regular no asegura nada y puede que sea un premio menor, pero entiendo que el grupo se lo merece, además porque ha de resultar un empujón en la autoestima del mismo para impulsarlo hacia el próximo objetivo que ha de ser las eliminatorias del playoff. ¿El límite? Como viene ocurriendo con este equipo, puede ser el que él se ponga.

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