El mejor vecino.

Se va acabando el mes de agosto, se acerca sin remisión el inicio del 
Mundial y el comienzo de las pretemporadas para ir poniendo a punto a 
las plantillas. Los equipos intentan ir acoplando las últimas piezas 
que rematen un plantel más o menos ideal para afrontar la próxima 
temporada. En Málaga esperamos aún la pieza final a las órdenes de 
Joan Plaza en la figura del quinto jugador exterior, ya con la 
presencia del entrenador y la reincorporación del presidente a sus 
funciones (espero que no haya sido nada, Eduardo). Aunque el quinto 
alero sobre el papel no ha de ser determinante, si pensamos en el 
papel del hombre que a priori iba a ser el último en la rotación el 
año pasado, lo mismo no vemos mucha lógica entre lo que ofreció Zoran 
Dragic y lo que a principios de año se esperaba de él.
Para la posición se han barajado muchos nombres, ahora reducido a uno: 
Kostas Vasileiadis. Espero que se resuelva pronto la negociaicón, 
porque aunque se ha hablado de Paunic-Stefansson-Jelinek, el preferido 
de casi todos es el griego. Ojalá haya algo de suerte y se complete el 
grupo al agrado del técnico, el trabajo que ha desarrollado lo avala.
Entre los nombres que anteriormente salieron a la luz para haber 
ocupado esa posición sonó en su momento el de Bernardo Rodríguez, 
hombre que ha sido todo para el club de Los Guindos y que según parece 
ha tenido reuniones con casi todos los estamentos decisorios del club 
para el fichaje que no se ha producido. Que el sempiterno capitán se 
viera con el presidente y el entrenador habla sobre el interés que 
puso para volver tras su salida de Murcia. En su día, tras la salida 
en 2012 del Unicaja, hablaba de lo extraño que nos iba a resultar ver 
a Bernardo con otra camiseta. Ahora, con 34 años cumplidos, llega a un 
sitio donde en muchos momentos fue todo un enemigo. Ahora, él sigue la 
senda de una gran cantidad de miembros que primero estuvieron en 
Málaga y continuaron en Sevilla, como fue en su día Javier Imbroda 
(del cual no creo que tengan mal recuerdo cerca de la Giralda) o más 
recientemente Aíto García Reneses.
En el primer año del club sevillano tras la salida del propietario 
perpetuo y el desembarco de un dueño como menos «exótico» por lo 
novedoso, la apuesta que hacen es muy alta. La dirección en las manos 
de José Luis Galilea trae al banquillo a Scott Roth, que tras haber 
jugado en Vitoria y Lliria ha sido asiduo a los banquillos más como 
ayudante que como inquilino principal. La plantilla es sobre todo muy 
bisoña, sólo Bernardo y Álex Urtasun están en la treintena y aunque el 
pasado año una configuración de plantel similar salió perfecta y el 
equipo sevillano llegó al play off, hay que pensar que el riesgo es 
alto.
Con un juego exterior en el que el peso anotador han de llevarlo los 
americanos Thames y Mc.Neal, debutantes ambos en nuestra Liga, junto a 
los dos, Rodríguez, Urtasun, Radicevic y Burjanadze. Si analizamos el 
juego interior, a los conocidos pero jóvenes Balvin y Porzingis, hay 
que añadir a Oriola, que llega con la intención de ser importante en 
la rotación tras ser meramente testimonial en su anterior ocasión ACB 
en Manresa. La mejor noticia es la vuelta de Guillermo Hernangómez 
a préstamo por parte del Real Madrid.
Está claro que en Sevilla se repetirán que hay que tener fe en ese 
proyecto que ya salió bien con miembros aún más jóvenes los dos 
últimos años. Esta temporada con las salidas de Tomas Satoransky y 
Joan Sastre, entre otros, la función es complicada, sobre todo ver si 
el entrenador da pronto con la tecla. Es complicado, pero para mí la 
mejor noticia no sería que el Baloncesto Sevilla esté bien en ACB, lo 
mejor para mí sería que pronto volviera Granada y si pudiera ser, 
también Huelva. Ojalá a Bernardo le vaya al menos tan bien como les 
fue a Imbroda y a Aíto en Sevilla, y que tenga todos los éxitos que se 
merezca. No creo que vaya a importar a la afición de su nuevo equipo 
todos los enfrentamientos que en su día tuvo con la camiseta del 
equipo malagueño, con la entrega y el trabajo que siempre ha puesto 
sobre el campo será una pieza útil para su nuevo entrenador y su nuevo 
club.