El título no quiere decir que la cercanía de la Semana Santa me esté influenciando, aunque tras el título de la columna anterior cualquiera podría pensarlo. Realmente lo que me viene a la cabeza es la gestión de los incidentes negativos que todos tenemos en nuestra vida y la actitud ante los mismos.
La caída real, la última en producirse es la eliminación del Unicaja en la Euroliga. Me ocurre que el tema Euroliga-Club Baloncesto Málaga es algo que no tiene ni mucho menos la repercusión debida, no se presume de ello y no tiene ni mucho menos la publicidad que debería tener. Participar las trece últimas ediciones de la competición europea, con diez clasificaciones consecutivas para el Top 16, no sé si es una heroicidad o algo exigible por naturaleza a un club que invierte tanto y goza de un estatus privilegiado (aunque haya perdido peso), pero de hecho, no usar estos factores como algo destacable y dejarlo pasar me parece desaprovechar un bien más que potenciable, si es para sacar pecho o no, que cada uno evalúe.
La actuación del equipo en el Top 16 de la Euroliga me parece notable. El grupo me pareció el peor que podía tocar, con rivales mucho más potentes en comparación con los que había en el otro, y aunque haya sonoras decepciones como la del Fenerbahce o del Anadolu Efes, cualquiera que hubiera pensado en disputar la clasificación hasta el último instante, se le hubiera tachado de extremadamente optimista, tras el primer partido, con la dolorosa derrota frente al Laboral Kutxa, el diagnóstico hubiera sido de iluso. El equipo ha minimizado los partidos con “desconexiones”, tal vez sólo frente a Olympiacos, las circunstancias en forma de lesiones han pesado y mucho, sobre todo porque al montar el equipo de la forma que se hizo requería tener la plantilla al completo, cosa que en pocas ocasiones ha sucedido y no ha tenido respuesta desde dentro para suplir las ausencias que se producían, a pesar de todo, ha habido posibilidades hasta el final.
La simpleza de pensar que con refuerzos durante la temporada hubiera resuelto la clasificación se puede rebatir fácilmente, pero cuando se pierden cuatro partidos consecutivos al final de la competición y en gran medida por detalles que podrían haberse evitado, pensar que los refuerzos eran necesarios cobra vigencia.
La caída que se ha evitado es la del final de competición para el Clínicas Rincón. Pese a una bajada real de potencial del equipo de LEB, con las salidas de Pozas, Díaz y Guillén, la presencia de Todorovic, Nguirane y Conde con el primer equipo y la ausencia absoluta de Domas Sabonis, he de sacarme el sombrero ante la labor de todo el club de Manolo Rincón, desde el presidente -que ojalá mantenga la inversión que hace de su propio patrimonio-, hasta el último de los componentes, el playoff frente a Palencia no es sino un justísimo premio para la labor desarrollada.
La caída que me gustaría perder de vista es la de afluencia de público, cosa que lleva alargándose demasiado tiempo, puestos a pensar qué hacer, creo que es más fácil ver qué no hacer. Aunque la guerra Euroliga-ACB no lo pone fácil, y jugar el domingo por la mañana no es la panacea, peor se le pone a la gente el horario del domingo por la tarde. No creo que jugar con unas horas de diferencia influya en el rendimiento del equipo, eso al menos me han revelado gente que ha jugado a esto profesionalmente. Actualmente el Unicaja ha jugado doce encuentros de ACB en Málaga, de ellos, la mitad en horario de domingo tarde, cinco en domingo por la mañana y uno entre semana. De los vespertinos, sólo uno alcanzó los 6000 espectadores, la otrora fiesta del baloncesto andaluz frente al Cajasol. Teniendo en cuenta que no ha habido partidos en sábado esta temporada, que los partidos del domingo por la tarde superen a duras penas la mitad del aforo habla sobre la inconveniencia del horario.
He querido poner esto ahora, porque para el próximo día (Domingo de Ramos), el encuentro ante el Bilbao Básket va también a las seis de la tarde. Entiendo que jugando el viernes (aunque sea en Málaga) te obliga a jugar el domingo, pero recuerdo que la situación se ha repetido anteriormente y se ha jugado por la mañana. Sinceramente, creo que es peor competir con seis cofradías (por la tarde) que contra dos, y lo cierto es que todas me merecen el mismo respeto, pero creo que la decisión, venga de quien sea es de alguien que no conoce la idiosincrasia de Málaga o que parece que no le importa que el pabellón presente paulatinamente una afluencia descorazonadora. ¿De verdad no se puede hacer otra cosa?
Así es don Juan Carlos, nuestro querido presi sigue una vez más maltratando a sus aficionados además para completar el circulo este fin de semana los jugadores que tanto a denostado se han lucido dejando a nuestro presi en pelotita picada, jajaja. Su gafe llega hasta Los Angeles Lakers, ha sido nombrarlos en una entrevista y hasta Pau Gasol cae, este fin de semana hasta dos, Bazemore y Young, es que su gafe empieza a rallar el esperpento, en fin dejemosle como ultimamente se le ve en el palco, más solo que la una.
Hablando con gente del club, me cuentan que, el simple hecho de jugar por la tarde permite descansar más tranquilo la noche del sábado y poder hacer una sesión de tiro por la mañana, que en muchos casos les da la vida cuando vienen de un duro viaje o partidos intensos de viernes.
De todos modos, estoy de acuerdo que es una faena para el público el domingo tarde, pero jugar Euroliga debe suponer ese esfuerzo de todos.
Como bien dices, no valoramos la labor en Euroliga. Hemos pasado años muy malos, pero esa presencia continua de 10 años en el TOP16 es algo al alcance de muy pocos, si no me equivoco, sólo 4 equipos lo han conseguido en estos años.