Varios

25 Jun

A estas alturas del calendario, ya ha finalizado todo lo que suena a competición en cuanto a equipos de club, se va preparando la temporada 2013/2014 y van apareciendo las selecciones en el horizonte, que me llamen ansioso, pero tengo muchas ganas de ver baloncesto en directo, lo echo de menos.

De lo que hemos dejado atrás, hemos tenido a dos equipos españoles finalistas en competiciones europeas, naturalmente, el Real Madrid tiene más recorrido que el Bilbao Básket que ha finalizado la huída hacia delante económicamente hablando y tiene que encarar un proyecto nuevo, simplemente para sobrevivir. Ahora se podrá ver si Gorka Arrinda es tan buen agente como siempre se nos ha vendido.

Más allá del océano, en la NBA, honores a King James, gran vencedor de una de las series finales mejores que se recuerdan, con un rival, San Antonio Spurs el cual seguro que va a recordar el sexto partido mucho tiempo. Aunque allí no se lleve, a Gregg Popovich por no ordenar hacer falta personal, de haber estado en un equipo español le hubiera caído la mundial, seguro. Que gran espectáculo hemos visto.

En España, el año se cierra con el triunfo en la ACB del Real Madrid, tras caer prematuramente en la Copa del Rey y perder frente a Olympiacos en la Euroliga, a pesar del título y de una magnífica fase regular, la sensación que dejan Pablo Laso y los suyos es que aún tienen que trabajar para ser un gran equipo. A su favor la juventud del grupo, en su contra, la impaciencia y la inmadurez que muestran tanto el club (quien te ha visto Real Madrid…) y su estrella principal, un Rudy Fernández que sería capaz de bronquearse con la selección de Tahití (del deporte que sea).

Contrariamente a la actitud pendenciera del mallorquín, la que muestra Felipe Reyes, MVP de la competición es totalmente diferente, llevo viendo al cordobés desde categoría cadete y desde entonces siempre oía lo mismo: “es bueno, pero habría que verlo con gente más grande”, “sólo sabe ir al rebote ofensivo”, “con la pelea nada más, le bastará en cadete y júnior, más adelante…” Pues bien, con 33 años, parece suficiente carrera para reconocer al que al llegar a la élite era sólo el hermano de Alfonso, la mala noticia para su club es su edad, y para la selección es que ya ha pasado página, pero ahora, habiendo mejorado completamente en su aportación, se ha representado como un jugador que revitaliza a su equipo con su presencia en cancha. Ha mejorado su tiro, ha canalizado su agresividad en la cancha de forma que es un ejemplo de entrega para sus compañeros, lejos de ser un factor desestabilizador más, el problema para el resto del mundo es que viéndolo sobre el parquet, parece que sólo con ganas es posible jugar a nuestro deporte.

Sólo me referiré a nuestro Club Baloncesto Málaga en un par de detalles: la campaña de abonados me parece mejorable y en cuanto a cantera, si como he leído por ahí, la inversión del club en categorías inferiores se acerca a los dos millones de euros es para reflexionar muy seriamente qué se hace con tantísimo dinero, sobre todo cuando la opción real de los chicos que son realmente de aquí (no esa quimera de jugar en el primer equipo), pasa antes por irse a una universidad en Estados Unidos que por jugar en el equipo filial, como parece que va a ocurrir con Rubén Guerrero y Domas Sabonis, o sólo ha pasado lo habitual, que los chicos de Los Guindos ven que a los de fuera se les trata mejor que a ellos, simplemente.

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