Tras el partido del domingo frente al Asefa Estudiantes, me llevé un par de cosas a casa, la digestión de la tarde fue diferente, sobre todo tras observar la derrota del equipo de Málaga y oír que el Caja Laboral Baskonia destituía a Dusko Ivanovic.
Sobre el partido del Unicaja, nada es definitivo, ni ganar en Tel Aviv ni perder frente a un equipo que deportivamente tendría que estar jugando en LEB Oro. Nada, sobre todo en el momento de calendario en el cual estamos, Maccabi no tiene a la vista jugarse la Final Four, y Estudiantes está más cerca de lo que siempre quiso ser y casi se nos había olvidado.
Me quedó mala impresión tras la derrota, sobre todo por haber pensado en su momento que victorias como la de Israel suponían un paso adelante en la evolución positiva del equipo. En el paulatino crecimiento de un grupo que va acostumbrándose al traje que tiene que llevar puesto, de equipo que tiene que pelear por todas las competiciones en las que compita, con el objetivo de llegar todo lo arriba posible.
La mejoría llegará con la aportación de todos y la identificación real de los roles que algunos jugadores han de asumir con arreglo a la importancia que tengan en el equipo, sobre todo, porque algunos de los llamados componentes importantes tienen más ausencias que actuaciones brillantes. Tampoco pasa nada, al equipo lo quiero ver en la Copa del Rey, el Top16 y el play off.
La segunda parte, la destitución de Dusko Ivanovic por parte de Josean Querejeta se entiende en buena lógica, no en vano los resultados mandan. El equipo de Vitoria hacía gala en su web de su idiosincracia particular, de su «carácter Baskonia», y con la salida del entrenador montenegrino sale alguien que lo encarnaba perfectamente.
Aún con su marcha en su momento al FC Barcelona, en la capital alavesa se le ha identificado como alguien de la casa en la práctica, aunque el desgaste de estar permanentemente ante los focos hizo que fuera cada vez más criticado y manteniendo solamente al final el respaldo del presidente del equipo.
Ahora, en la salida seguro que aparece más de un detractor que vaticinó hace tiempo la necesidad de recambio, no conozco algo más repetido que el cambio de entrenador, pero lo cierto es que en Vitoria seguro que echarán de menos al hombre que más títulos ha ganado con los azulgrana, alguien que ha llevado al extremo su obsesión por el trabajo. Recuerdo en la primera final ACB que jugaron Unicaja y el entonces Tau, que cuando, en el primer partido en Málaga ganó su equipo, mi hijo Carlos fue a pedirle un autógrafo, el «peaje» antes de la firma fue un interrogatorio en el que el entrenador del equipo que quedó campeón preguntó y aconsejó al jugador que trabajara duro y entrenara a diario, que defendiera e hiciera caso de su entrenador.
Ha pasado mucho tiempo, pero sus consejos siguen siendo igual de válidos. Que tenga suerte. Tal vez no sea el mejor entrenador del mundo, pero ha hecho a muchos jugadores mejores tras pasar por sus manos.
De nuevo extraordinario articulo, si algun día Repesa no sigue me gustaria que fuera Dusko nuestro entrenador, parece muy duro pero me gustan este tipo de entrenadores que exigen siempre lo maximo como debe de ser, en fin que encuentre pronto acomodo, igual en grecia lo encuentra con lo mal que va el PAO, un saludo don Juan Carlos y a seguir en esta línea que gusta y mucho, y a partir de ahora hasta con el marca el periodico vas a ganar mas lectores a punta de pala pienso yo.
Gracias por todo, como seguidor también del Panathinaikos, es complicado que llegue, pero ojalá fuera así, a principios de verano hubo algún contacto entre club y entrenador, porque la solución de Argyris Pedoulakis es más economía de guerra que otra cosa. Creo que el letrado Ivanovic se tomará un poco de tiempo y sopesará bien las opciones que tenga de volver. Lo dicho, muchas gracias, espero que la experiencia con Marca sea enriquecedora para todos. En Calle Mármoles estoy para lo que haga falta. Un abrazo.