Los restos de la calle Poeta Luque Gutiérrez se han embellecido con grafitis inspirados en Bansky y carteles artísticos indicativos de esta calle en proceso de difuminación.
En el siglo XIX abundaron los literatos, esgrimidores de palabras y versos que inundaron con su ingente producción la prensa nacional y con cuyas publicaciones en libros, folletos y revistas se podría elevar una montaña tan alta como el ego de Cristiano Ronaldo.
Hoy la palabra literato está en desuso y si se emplea es de forma despectiva. Un literato fue en su día el malagueño Vicente Luque Gutiérrez, que vivió a caballo entre el XIX y el XX, autor de rimas y juguetes cómicos, uno de los cuales logró estrenar en el Cervantes, precisamente el año de la Guerra de Cuba, aunque no hay conexión alguna entre el estreno y el desastre bélico.
La ciudad le dedicó una calle, Poeta Luque Gutiérrez, muy alejada del concepto de avenida o bulevar porque en realidad se trata de un recoveco o a lo sumo un adarve, una estrecha calle sin salida que parte de la calle Cobertizo del Conde, en la zona entre la Cruz Verde y Lagunillas.
El deterioro de este rincón de Málaga ha propiciado la criticada concentración de viviendas sociales. De hecho, hace unos 15 años los mismos vecinos de estos pisos se manifestaron porque consideraban que se estaban formando guetos, en lugar de que se distribuyeran las viviendas sociales por toda la ciudad.
Mientras llegan más viviendas de este tipo a la zona, los solares se tuestan al sol. En la calle de este poeta, por cierto, falta de su domicilio las dos casonas que hacían esquina, así que el nombre de la vía aparece en forma de pintada.
Grafiteros con mucho arte (no confundir con los garrulos que se limitan a firmar en la pared) han llenado de color la calle del Poeta Luque Rodríguez, ahora que van escaseando las casas.
Así que en esta calle, todavía con un tosco y modesto empedrado, presidida por un antiguo mojón de piedra para impedir la entrada de los carros, podemos encontrar en pocos metros hasta la copia de un dibujo de Bansky o cuando menos, inspirado en él, personajes infantiles, surrealistas (hay uno titulado chochopower) y un puño alzado con el lema Lucha Málaga, firmado por Bohemio, y dedicado a los Heredia y los Losada.
Tan pictórico escenario está también acompañado por dos sacos de escombros y tras el muro que cierra la calle asoma la vegetación de uno de los solares abandonados junto a la plaza de Miguel de los Reyes, que está detrás. En resumen, un trozo deteriorado pero hermoseado de calle al que el literato, estamos seguros, le dedicaría sentidos ripios.
Música para infantes
Hace unos años se celebró en el Antiguo Conservatorio María Cristina un concierto de música de películas pensado ante todo para los niños. Sin embargo, lejos de comenzar con Mary Poppins, la Sinfonía de los Juguetes o cualquier otra composición más o menos infantil, la orquesta sorprendió al respetable con la música para la escena de la ducha de Psicosis. Verídico.