De la emigración de los roedores de Capuchinos

7 Mar

El concejal de Urbanismo señala que el Ayuntamiento limpiará de forma subsidiaria la parcela de la calle San Félix Cantalicio, tras las denuncias de los vecinos más próximos por la abundancia de ratas.  

La pasada semana comentábamos la difícil situación de los vecinos de la calle San Félix Cantalicio, a pocos metros de la plaza de Capuchinos, por la persistencia de un solar en el que se está gestando una selva amazónica, con el inconveniente de que en lugar de monos hay ratas.

Ayer hablaba el autor de estas líneas con Ana, que vive en la planta baja del número 6 de la calle, y contaba que desde el salón, con su marido, podía ver  las ratas, como malas oradoras, yéndose por las ramas.

En la crónica pasada proponíamos, se supone que con ironía, que los vecinos, para solucionar el problema, invitaran a una paella al alcalde, Francisco de la Torre, puesto que este mes de marzo se cumplen dos años de la inauguración de la promoción municipal de viviendas en la que habitan. Por este motivo, hace dos años la inauguración del alcalde coincidió con la limpieza del solar, de propiedad privada, y que linda además con la parte trasera del Colegio Divina Pastora.

Dos años después, la boveda  arbórea de los matojos es preocupante y algunos vecinos han colocado rejilla metálica en sus casas para evitar que, como ya dijimos, les visite un roedor con más peso que el Ratoncito Pérez. Y si la semana pasada criticábamos al Ayuntamiento por su inacción, hoy toca resaltar que todos los implicados municipales en el problema han dado su respuesta a esta sección nada más publicarse la crónica.

Así, el director del distrito Centro, Francisco Cantos, confirmó que el Ayuntamiento ya ha pedido a la propiedad la limpieza del solar. También el director de Medio Ambiente, Luis Medina-Montoya, informó de las gestiones de una empresa que ha podido ver el solar desde la terraza de un bloque de la calle, sin detectar en ese momento «presencia o signos de ratas».

Los datos más interesantes para los vecinos los aporta el propio concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, que además de confirmar que el solar fue limpiado por el Consistorio de forma subsidiaria hace dos años, por petición de los propios vecinos, cuenta que en realidad el solar, que se corresponde con los números 5 al 11 de la calle, pertenece a dos propietarios distintos y ya ha sido inscrito en el registro municipal de solares, «para obligar a sus dueños a mantenerlos y darle una salida a dichas parcelas o de lo contrario sacarlas en subasta pública».

El concejal también confirmó que se repetirá la limpieza de la parcela.

Conocida la respuesta municipal, los vecinos confían en que el Ayuntamiento de Málaga lo haga cuanto antes. Las ramas de los matorrales se curvan y llegan hasta las casas, por las que se cuelan las hojas y temen que algo más. La solución más idónea, reiteran, sería hormigonar o al menos cubrir de chinos el solar, para que dentro de dos años no se repita la historia. En cualquier caso el problema, oficialmente, ya está en vías de solución. Seguiremos atentos.

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