De burros, asnos, Trump y la mula Francis

2 Ago

Nos asombramos de que un borrico como Trump aspire a presidir un país pero en Málaga abundan los ejemplares que hacen el asno en la vía pública.

Los niños que disfrutaban con las películas de la mula Francis quizás se encuentren en un brete como un servidor, pues la fascinación y hasta el cariño por este personaje, no impide que uno se sienta horrorizado ante la posibilidad, ya comentada otras veces, de que un borrico se convierta en presidente del país más poderoso del mundo, Estados Unidos.

Una de las novelas más divertidas y fascinantes de todos los tiempos, El asno de oro, más vieja incluso que Chindasvinto pues la escribió el romano Apuleyo en el siglo II después de Cristo, ya elucubraba sobre la posibilidad de que un mastuerzo se transformara en asno, pero, la verdad, a uno se le hace difícil imaginarse a Donald Trump dando coces dialécticas en la Casa Blanca.

Porque, si hay que ser sinceros, una cosa es que una desgraciada conjunción de astros e inconsciencia colectiva aupara a Gil y a sus huestes a las alcaldías de la Costa del Sol y otra muy distinta que un campeón de la burricie presida algo más que una comunidad de vecinos.

Pero ya advertimos en crónicas anteriores que los hombres asnos que barruntó Apuleyo ya se encuentran entre nosotros.

Así podemos considerar a algunos ciclistas domingueros malaguitas, muchos de ellos con estudios superiores y másters, quienes, gracias a unas efectivas anteojeras mentales, eluden todos los semáforos en rojo con los que se topan, para espanto de los pacíficos peatones.

En otro orden de cosas, el mismo viernes de la semana pasada, a primera hora de la mañana, permanecían haciendo compañía al olivo de la nueva plaza de la Judería varias tarrinas de helados.

Reposaban en la tierra, a pocos metros de una papelera. Tratemos de imaginar a esa reata anónima de mulas dando cuenta de un heladito en animada charla y luego, todas a una, para no ser menos mula que las demás, depositando el helado en el alcorque de este precioso árbol como si fuera un contenedor de basura orgánica. A la vez que abandonan la plaza, la reata da la espalda a la papelera, que se queda como nosotros, con la boca abierta.

Nos asombramos de que un ejemplar como Trump no sólo aspire sino que tenga posibilidades de alcanzar la presidencia de los Estados Unidos pero en Málaga ya contamos con miles de ejemplos de ciudadanos que se comportan en la vía pública como verdaderos asnos. ¿De qué extrañarnos pues?

Y todo esto, que conste, con el mayor respeto y admiración por la mula Francis, cuya capacidad de raciocinio fue muchas veces bastante superior a la de los ejemplos citados. En fin, qué difícil es para algunos dejar de hacer el burro. La metamorfosis que anunció Apuleyo hace 19 siglos avanza al trote…

Desajuste

Hay cierto recochineo y desajuste climático en el refrán «Agosto, frío en rostro».

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