El cantor de romances recrea la vida de Picasso

4 Nov

El NO-DO ofrece desde el lunes sus archivos al completo e incluye nuevos documentales, noticias y películas sobre Málaga, algunas históricas.

Cierto que las nuevas tecnologías nos han traído toneladas de chistes de gatos, una oportunidad única para poner verde a alguien y esconder la mano y también de cotillear 24 horas al día en las vidas de los demás. Todo esto es cierto. Es como si los cerebros de Silvio Berlusconi y Donald Trump se hubiera trasladado y fundido tal cuales al universo digital.

El resultado parece bastante alejado de esas bibliotecas kilométricas con las que soñaba Borges, pero en realidad se trata de saber buscar entre el abundante cieno. Uno de los ejemplos más preclaros lo conocen los miles de seguidores de las cosas antiguas de Málaga en cualquiera de sus variantes: fotos antiguas, historias, libros, películas…

Hablemos de esta última modalidad, la de los malaguitas peliculeros. Como muchos sabrán el pasado lunes el famoso NO-DO terminó su proceso de apertura al universo de internet. Ya está disponible para el internauta todo su contenido, con lo que ha añadido 1.700 horas más de sus noticieros y documentales.

Les aconsejo que se den una vuelta por su página web (http://www.rtve.es/filmoteca/no-do/) porque van a encontrarse con pequeñas sorpresas, ya sea por las tandas anteriores de contenido o por la nueva. Así, nos encontramos con una llegada por mar a Málaga de 1923, con vistas también desde el antiguo Muelle de Levante con la Catedral, libre de edificios, en la lejanía. La película, de algo más de siete minutos, incluye una visita al Parque con la glorieta de las provincias –hoy del Fiestero– realizada por Daniel Rubio un año antes.

En el terreno de la antropología entra ya un delicioso reportaje a color fechado en 1976 que ensalza los atractivos de la Costa del Sol. Supone un chapuzón apasionante en la bullente Costa del Sol de los 70, con Torremolinos todavía de gran estrella e incluye un paseo nocturno por el entonces barrio de Málaga. Es también la constatación de que en esta parte de España la modernidad y los aires nuevos habían entrado mucho antes que en la mayoría del país.

Los amantes de la Semana Santa de Málaga podrán disfrutar además de un par de películas de los años 40 y 50.

Pero quizás el documental más curioso sea el que retrata al pintor naif Manuel Blasco –primo segundo de Pablo Picasso– como contador de historias en la plaza de la Merced. Filmada hacia 1978, don Manuel emula a los cantores de romances y cuenta la vida de su pariente ayudado por los cuadros naif que él mismo ha realizado de la vida de Picasso. Rodeado por un buen número de malagueños, lo más seguro es que muchos de ellos conociesen por vez primera la vida del artista.

No todo son chistes de gatos y contenido berlusconiano en internet. El recuperado NO-DO es un ejemplo entre miles.

Noviembre en Málaga

Castañas, nubes y ropa de entretiempo en lenta retirada.

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