Hace unos días hablábamos de cómo las decisiones plenarias del Ayuntamiento y la Diputación en demasiadas ocasiones se convierten en brindis al sol sin que se trasladen a la vida real. Es el mencionado caso de la restauración de la alcubilla principal del Acueducto de San Telmo, acordada por la Diputación hace cerca de 12 años, sin que nadie le haya pegado en este tiempo un triste brochazo.
Pero no siempre se adoptan decisiones convertidas en papel mojado. También hay veces en las que la burocracia da síntomas de vida inteligente y se pone en marcha, aunque sea de forma simbólica.
Ha sucedido con la escultura de Félix Rodríguez de la Fuente, triste protagonista de esta sección en numerosas ocasiones, siempre por presentar un estado irreconocible, hasta el punto de que nuestro Consistorio, harto de rehabilitar una y otra vez la obra, optó por camuflarla y ponerle alrededor una Línea Maginot de yucas y otras plantas con pinchos, para que nuestros homínidos beodos se lo pensaran dos veces antes de arrancarle al naturalista un brazo, una pierna o tratar de dejarlo como pollo sin cabeza.
Oculto y desmejorado como estaba en los Jardines de Picasso, más que un homenaje costeado por los niños malagueños de comienzos de los años 80 tras la muerte del famoso protagonista de El Hombre y la Tierra, parecía la prueba más complicada de una gymkhana: localizar la escultura en la espesura de estos antiguos jardines de la fábrica de La Aurora.
En febrero de 2014 La Opinión informó de la moción del concejal Manuel Hurtado del PSOE, aprobada por unanimidad, que pedía restaurar el monumento y estudiar una nueva ubicación, a la vista de que don Félix había quedado hecho un despojo.
Un año después, volvió a recordar la moción, por ver si sonaba la flauta y se llevaba a cabo. Ayer hablamos con la concejala de Cultura, Gemma del Corral, que informó de que el Ayuntamiento rehabilitará la estatua y estudiará reforzar la seguridad, así como su reubicación «pero no necesariamente fuera del parque porque es una obra muy querida por los vecinos». Por este motivo, Gemma del Corral señala que le gustaría contar con el consenso del distrito y de los vecinos.
Como «última» opción, comenta la concejala, en la última comisión de Cultura se habló de los jardines de La Coracha como posible emplazamiento pero siempre que no fuera posible garantizar la seguridad del naturalista en los Jardines de Picasso.
Este diario también adelantó en febrero de 2014 una propuesta, acompañada de un montaje fotográfico, del propio autor de la obra: para preservarlo de nuestros mamíferos ungulados y otros vándalos, el escultor Antonio Arjona, que se ofrece a restaurarla, propone que la escultura presida una isleta en el centro de un pequeño estanque.
Sea cual sea la solución, el Ayuntamiento tiene una deuda pendiente con don Félix, una de las esculturas más maltratadas de España.
Es una pena que el monumento a una persona que se preocupó por la naturaleza, que tanta falta hace cuidar el medio ambiente, lo tengan tan descuidado.