Mientras usted lee estas líneas, un conductor de la EMT pasa su día libre transportando material médico y equipaciones del Málaga C.F. a Madrid
Cuando usted lea estas líneas, si lo hace a primera hora de la mañana, José Ramón Rodríguez, conductor de la EMT y presidente de Tranbus, la asociación que restaura tranvías y autobuses antiguos, ya llevará unas cuantas horas al volante camino de Madrid.
Su destino es Fuenlabrada donde entregará, gracias a la colaboración de Iveco de Málaga, que le ha prestado una furgoneta, material médico que la asociación 4×4 Sahara Solidario llevará, vía Alicante, a los campamentos de refugiados de Argelia. Una vez entregado el material, regresará a Málaga. En total, pasará unas 12 horas conduciendo en su día libre.
Y tanto esfuerzo ¿le merece la pena? Sin duda. Hace dos años ya viajó con la misma asociación a los campamentos saharauis y su vida cambió para siempre. «Aquello es otro mundo totalmente distinto, ves gente que vive en el suelo, en la alfombra, no tiene muebles, tan solo una mesita baja para hacer el té, que te lo ofrecen. Es muy duro y te hace pensar y reflexionar sobre lo que aquí somos y en lo que creemos», explicaba el pasado jueves.
Durante los diez días que pasó en el sur de Argelia, tuvo el placer de entregar con otro compañero de la EMT varias equipaciones del Málaga a un ilusionado equipo de fútbol, algunos de cuyos integrantes juegan descalzos.
También en la furgoneta que estaba mañana iba camino de Madrid el Málaga C.F. ha donado varias equipaciones (en total cuatro cajas). Y además, entre otras cosas, irá material que ha donado una clínica dental malagueña, incluidos dos sillones de dentista.
Como curiosidad, todas estas máquinas son revisadas en Fuenlabrada por técnicos de Médicos Sin Fronteras antes de partir para Argelia, y a la caravana se une una ambulancia enviada por Aena y cargada hasta los topes de material quirúrgico, pero también de los objetos más variados que se olvida la gente en los aeropuertos, sobre todo gafas.
Esmara, el campamento de refugiados más grande de Argelia, que acoge a unas 40.000 personas, será el centro de distribución para llevar un poco de calidad de vida a este pueblo, cuya tierra sigue ocupada por Marruecos.
El esfuerzo de José Ramón Rodríguez es sólo una muestra de lo que realiza de forma desinteresada un grupo de trabajadores de la EMT y también de antiguos empleados, ofreciendo sin duda la mejor imagen que una empresa, en este caso municipal, puede imaginar.
El año que viene, si las circunstancias acompañan, José Ramón volverá a Argelia a repartir en persona un poco de la solidaridad que, pese a tantas apreturas, se sigue destilando por estas tierras. Felicidades.
El mural
En la acera impar de la Alameda Principal una de las muestras más señeras de arquitectura basura malagueña, un edificio que de levantarse en la Atenas de Pericles habría causado el ostracismo de arquitecto y el del promotor, ha atemperado el impacto negativo de su mera existencia con una pintura mural en la gigantesca pared medianera: una especie de joven angelical. Menos da una piedra.