Aseguran los entendidos, que la vida es un 90% de rutina y un 10% que se sale de lo común.
A lo largo del año quizás guardemos un recuerdo borroso de las horas pasadas en el trabajo (para quien lo tenga) o frente al televisor pero conservaremos para toda la vida esa escapada a Los Montes, a Cádiz o a destinos más remotos si cabe.
El fútbol también marca nuestras vidas y de ellas forma parte el gol de Iniesta en Sudáfrica, nos guste o no ese deporte en el que casi siempre ganaban Italia, Brasil o Alemania.
En estas semanas de esperanza, si no en la economía, al menos en el papel de la selección en la Eurocopa, el barrio de Vistafranca se ha engalanado para la ocasión y serán muy pocos los rincones de España en los que se manifieste, con tanta alegría, eso que se llama el amor por los colores.
La calle Gaucín, entre los barrios de Vistafranca y El Torcal, está cruzada de acera a acera por enormes banderas de España que se suceden hasta las estribaciones de los primeros ficus y enormes tipuanas.
En los edificios de esta calle desfilan banderas de España de todos los tamaños y alguna bandera del Málaga C. F. La densidad de enseñas, para que se hagan una idea, es de cinco pisos abanderados en un bloque de ocho.
En las calles aledañas, las que comunican con la calle Alcalde José María de Llanos, hay ejemplos muy curiosos como en la dedicada a Luis Moraleda, donde en un mismo balcón podemos encontrar una bandera de España con asta, otra sin escudo, colgada del balcón y encima de esta última, una tercera, ya con el escudo constitucional.
Si este conjunto no parece suficiente, en el balcón de al lado los vecinos han colgado una bandera del toldo de la terraza, mientras que en otro piso, su ocupante ha optado por exhibir un círculo hecho de banderitas de papel.
En la siguiente calle, Sierra Bermeja, la hinchada de la selección se palpa en la mayoría de los pisos, algunos de ellos con el cartel de Se vende y a continuación, la bandera de nuestro país.
Y si este ambiente futbolero no fuera suficiente, en la placita que hay en mitad de la calle Alcalde José María de Llanos –presidida por un enorme ficus, testigo de la evolución de la histórica finca de Vistafranca– las tertulias de fútbol son las que predominan. Ayer al mediodía, en los bancos, acompañados por las provisiones de un quiosco, un grupo de vecinos debatía sobre el partido de esta tarde y concluía que aunque «Portugal tiene un pedazo de selección», la España de Del Bosque tampoco es manca. Suerte.
El júas
Y los ecos futboleros se suceden porque en la Noche de San Juan, en la urbanización Villa Cristina, en El Palo –la que fuera la finca del industrial Ruperto Heaton– los vecinos vieron en una pantalla gigante el partido España-Francia.
Al terminar el encuentro, el júas elegido por los niños fue un muñeco con la camiseta de la selección francesa y una careta de Franck Ribery quien, todo sea dicho, tampoco jugó tan bien para que, simbólicamente, ardiera en la fiesta del solsticio de verano.