De los enjabonados playeros y otras faunas

23 May

Una estampa clásica de los plebeyos veranos malagueños –más próximos al neorrealismo italiano que a los aristocráticos veranos de Santander– es la de esas criaturitas de Dios que además de pegarse una ducha tras salir del agua, se enjabonan a conciencia hasta parecer muñecos de nieve.

En lugar de esperar a sus casas, se lavan con gel con esmero de forma gratuita en las duchas públicas y de paso, añaden a nuestro litoral un toque digno de los programas de los Morancos.

Pero como dice el anuncio, «el frotar se va a acabar», o eso es al menos una de las cosas que intenta la nueva ordenanza del agua, que promete importantes multas a los maromos que se pasen tres pueblos con el gasto de agua propia o ajena. Y es que una multa considerada leve puede llegar a los 6.000 euros, lo que da una idea de lo que serán las multas graves o muy graves (estas últimas alcanzan los 600.000 euros).

En verano es cuando despierta el monstruo derrochador de agua que llevamos dentro. Aparte de que todavía quedan familias enteras que siguen optando por el baño antes que la ducha, sin olvidar los riegos excesivos en los chalés, que plantean dudas sobre si el propietario quiere cuidar su jardín o reproducir las lagunas de Ruidera.

Y lagunas, precisamente, son las que se formaron en el parque del Morlaco desde noviembre del año pasado hasta hace un par de semanas gracias a un escape de agua, procedente de un hidrante de los bomberos.

Con independencia de que se tratara de un hilo de agua, como aseguró el Ayuntamiento, o un respetable manantial, como contaban los vecinos, lo sorprendente es que esta fuga se haya perpetuado durante cinco meses en los que el parque ha recibido la visita, como mínimo, de una empresa contratada por el Consistorio, pero este ha tardado muchísimo en reaccionar.

Así que la administración municipal tendrá que aplicarse el cuento, es decir, la ordenanza, y dar ejemplo.

Lo que uno no sabe es cómo se catalogará, desde el punto de vista normativo, a la individua que se puso a lavarse hace unos años sus partes pudendas en la fuentecilla de la plaza de Uncibay, la de Acteón atacada por sus perros. ¿Uso abusivo del agua o escándalo público?

En todo caso, hay que felicitar al Ayuntamiento por esta iniciativa que quizás sirva para que tomen conciencia los malagueños derrochadores de agua, un reflejo provinciano de nuestra larga etapa de nuevos ricos, que consideran que se trata de su patrimonio personal e intransferible. Cae de las nubes, es cierto, pero escasea.

Nuevo puerto

Un cartel informativo de los senderos que se pueden encontrar en Málaga y que se encuentra junto la Farola, informa de la existencia del desconocido «Puerto Deportivo de El condado».

Con la escasez de títulos nobiliarios que hay en Málaga, resulta sorprendente encontrarse con un condado justo donde se encuentra el puerto deportivo de El Candado. De nada.

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