El buen recuerdo que dejó la exposición del verano pasado sobre los fondos de Bienvenido Arenas, una muestra del Centro de Tecnología de la Imagen en el Rectorado, puede disfrutarse estos días, con algunas variantes, en el Ateneo de Málaga.
La vocalía de Fotografía que dirige Pepe Ponce ha llenado las paredes del veterano edificio con fotografías de los años 20 a los 60 del siglo pasado, un maravilloso repaso a la Málaga de entonces, poblada por vespas, calles adoquinadas y semivacías de coches y que en el último tramo empieza a dejar atrás las penurias de la posguerra.
Una Málaga que ya pintaba un jovencísimo Eugenio Chicano, inmortalizando el sonajero de la plaza de la Constitución en 1959, un año antes de que fuera desmontada, momento que también queda plasmado en esta exposición que, pasado el tiempo, ya parece un estudio antropológico en imágenes de la sociedad de entonces.
Era una sociedad que veía con buenos ojos la horrenda vestimenta del palacio de Villalón, convertido en los almacenes de Manuel Álvarez y que lucía en la fachada, con motivo del tercer aniversario de la tienda, una camarera gigante con una tetera de la que salía un río de menajes. Una Málaga desarrollista que lucía en el edifico de Espejo Hermanos una gigante luminoso con los anuncios de Phillips, Nivea, Cruzcampo y Longinos, entre otros.
Y qué decir de esa fuente de Olletas con semejante advertencia municipal: «No maltrates animales, ellos hacen fácil tu trabajo y te ayudan a ganar el pan».
Y es que seguía siendo una Málaga surcada por carros, carretas, bicis y motillos, capaces de dar a la Alameda de Barceló, la calle Mármoles o incluso la calle Alcazabilla, con su guardia municipal, un aspecto fantasmagórico.
En la exposición podemos ver los cambios urbanísticos, no siempre a mejor, de nuestra ciudad y adentrarnos en las industrias más tempraneras, entre las que destaca una preciosa fotografía de las bodegas López Hermanos Los Leones en la calle Salamanca, desgraciadamente desaparecidas.
La reina Victoria Eugenia, escoltada por un mar de señores con sombrero, de paseo por la plaza de la Constitución, es un buen reflejo de este paseo antropológico que merece repetirse.
Madre asunción
El Club Filatélico Madre Asunción, con más de cien socios del colegio, lleva organizando los viernes, a la hora del recreo, encuentros filatélicos para alumnos de 6 a 11 años que se están convirtiendo en verdaderos expertos. Además, también aprenden sobre coleccionismo de monedas. La labor de este club podrá conocerse mejor este sábado 19, que se celebra el I Encuentro Filatélico Juvenil, que tendrá lugar en el Museo del Vino (Plaza de Viñeros) de 10.30 a 1 de la tarde.
Habrá explicaciones de cómo coleccionar sellos por parte de tres alumnos del colegio así como un taller de lavado de sellos y preparar hojas para las exposiciones. Felicidades por la idea.