Bártolo de Sassoferrato fue un gran jurista italiano del Renacimiento, famoso por no ir al grano y escribir centenares de páginas con sus comentarios jurídicos.
Los estudiantes tenían que acarrear sus obras. convertidas en gruesos volúmenes capaces de servir de pisapapeles a King Kong. Tan pesada fue su huella, que se llamó bártulos a todo tipo de enseres.
Durante muchos años, los malagueños pensaron que el puerto de Málaga iba a liar sus bártulos y, con el fin de unirse realmente a la ciudad, iba a permitir el derribo de la verja del Paseo de los Curas. Confiados que somos.
Como recordarán, hace año y medio, en diciembre de 2010, hubo un amago de derribo y el responsable de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, anunció entonces que con este mutis por el foro de la verja, se cumplía «una fase, un anhelo, una asignatura pendiente para la ciudad».
El anhelo se quedó, como vemos, en camelo y la integración portuaria ha sido menos profunda de lo esperada.
Faltan, eso sí, unos pocos metros de verja, pero lo que en realidad se hizo fue retranquear un buen tramo, una operación inexplicable para muchos malagueños, sobre todo porque ese mismo año la Junta anunció que la verja se iría a Tarifa, o dicho de un modo menos metafórico, a tomar viento.
Pero como cualquier situación administrativa es susceptible de empeorar, el Ayuntamiento acaba de dar la puntilla al traslado de estos bártulos y a ese deseo muy extendido en la ciudad de hacer el puerto «más permeable». En lugar de fomentar el paso entre el Parque y el puerto, nuestro Consistorio, en un gesto incomprensible, ha autorizado un tercer carril para el Paseo de los Curas, con lo que este tramo será aún más insalvable y peligroso para los peatones.
Y es que hay políticos que no aprenden ni de sus propias evidencias: hace unos días La Opinión publicaba un resumen de los reportajes de periódicos y revistas extranjeras cuyos redactores habían visitado la ciudad, invitados por el Ayuntamiento de Málaga. En este casi medio centenar de reportajes se evidencia por un lado la importancia que para Málaga está teniendo el tráfico de cruceros y otro de los puntos que más destacan los periodistas extranjeros es el alto número de zonas peatonalizadas. ¿Un tercer carril para coches es la respuesta?
Pero hay más porque el plan de movilidad del Ayuntamiento aconseja rebajar el tráfico en el Paseo de los Curas, así que ya me dirán el caso que hacen a sus propios estudios.
Desde que empezó a fraguarse el Palmeral de las Sorpresas al firmante le sorprendió bastante que los únicos accesos al puerto se plantearan por los extremos del Parque y que nadie pensara en un entrada central amplia que comunicara mejor la ciudad con su nueva zona de esparcimiento.
La decisión municipal de meter más tráfico por el paseo de los Curas es tan sensata como asfaltar el Sahara. Quién sabe si esto último, si lo lleva a cabo nuestro Consistorio, no acaba con el terrible panorama del sector del la construcción. Suerte.