Intercambio diplomático de coros futboleros

15 May

El pasado gran domingo, seguidores del Sporting y el Málaga C.F. con sus respectivas camisetas identificativas le dieron al comercio y al bebercio, como aficiones hermanadas, en varios rincones del Centro Histórico.

En uno de ellos, en la calle Granada, se dio un curioso lance localista, en el que las dos aficiones se intercambiaron sus frustraciones piropeando a su respectiva capital y provincia vecina.

Así, mientras los sportinguistas ponian de vuelta y media a Oviedo y mostraban su deseo de «cambiar Oviedo por Málaga», los aficionados del Málaga, ya adivinan que pusieron a caldo a los sevillanos y soltaron eso de «queremos cambiar Sevilla por Gibraltar», además de acusar a todo aquel que no botara con ellos de sevillano.

Pero como era la hora del almuerzo y estaba el ambiente a más de 30 grados, salvo ellos, que fueron los únicos botantes, el resto de viandantes que pasaba por la calle Granada se convirtió por unos momentos en paisano de Antonio Machado, lo que no estuvo nada mal.

Culminó este curioso intercambio de despachos diplomáticos con el himno del Málaga por parte local, algo que fue respondido, como no podía ser menos a esas horas de la cogorza, con el Asturias patria querida de los visitantes.

Terminada la actuación de los coros, ambos grupos de aficionados continuaron reponiendo fuerzas hasta llegar al estadio de La Rosaleda, mientras se acordaban de las madres de ovetenses y sevillanos, lo que, como es bien sabido por muchos malagueños, coloca bastantes de los agravios localistas a la altura del betún o habrá que decir de los vapores alcohólicos feriantes y futboleros.

En ese rincón del Centro hubo buen ambiente, no llegó la sangre al río y sólo los nacidos en Oviedo y Sevilla, que nada se jugaban en el encuentro, se llevaron la peor parte con insultos que estuvieron fuera de lugar, lo que no deja de ser una demostración de que, por encima de la diferencia de puntos en la Liga de las (dos) Estrellas, algunos gijoneses y malagueños comparten un absurdo complejo de inferioridad. La culpa, como siempre, la tienen los vecinos.

El triunfo del domingo anima a cualquiera, por eso mejor vivirlo sin echar mano de nuestros demonios exteriores.

El humo del pasado

Entre los variados personajes que se sientan junto a la estatua de Hans Chrisitan Andersen para ser inmortalizados en la Acera de la Marina, pocos como el joven nórdico que, la semana pasada, quiso posar para la foto armado de un porro que expelía un olor tan intenso, que el escritor danés tardará un tiempo en que se le despegue de su ropa bronceada.

Balnearios

La directora del Archivo Municipal, Mari Pepa Lara, ofrece hoy una charla sobre la historia de los balnearios malagueños. A las 19.30 horas, en la Academia Malagueña de Ciencias, en la calle Moratín, 4, 1ºB.

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