La enredadera del saber y el padre Andrés Llordén

3 Abr

El pasado mes de diciembre, el firmante pasó un fin de semana en Huelva y allí conoció a un par de amables señoras, hermanas y maestras jubiladas que eran sobrinas del padre Andrés Llordén, el conocido agustino, de quien sabían que era una autoridad muy respetada en Málaga y uno de los primeros que, de forma profesional, comenzó a rescatar y exponer las historias ocultas en los archivos de provincia.

En el colmo de la amabilidad, las dos hermanas regalaron al autor de estas líneas algunos de los libros más conocidos del agustino, esos que recuperaron la historia olvidada de arquitectos, canteros, entalladores y plateros malagueños de siglos pasados.

Nacido en Zamora en 1904, en Málaga recaló en 1944 y aquí permaneció hasta su fallecimiento en 1986.

En este Martes Santo, bueno es recordar que este callado, sabio y tenaz religioso puso la piedra angular de los conocimientos históricos de la Semana Santa de Málaga con ese libro, escrito en colaboración con Sebastián Souviron, titulado Historia documental de las Cofradías y Hermandades de Pasión en la ciudad de Málaga, una obra que no falta en las bibliotecas de cientos de cofrades de la capital.

En 2004, en el centenario de su nacimiento, la figura del padre Andrés Llordén fue justamente recordada, gracias al esfuerzo de la comunidad agustina y la Academia de Bellas Artes de San Telmo, de la que formó parte, con la reedición de muchas de sus obras.

Todo esto viene a cuento porque el pasado Domingo de Ramos, la iglesia de san Agustín lucía preciosa, con un gentío de personas, muchos de ellos turistas, entrando al templo para admirarlo. Sin embargo, nada más entrar en el jardincito delantero, a la izquierda, la lápida de mármol con la efigie del padre Llordén aparecía semioculta por unas enredaderas.

En esta lápida de mármol aparece el religioso como un monje medieval, inclinado frente a un libro, que consulta con sus famosas gafas de sabio miope.

Quizás piensen que en Málaga hay problemas más importantes que la longitud de una enredadera, y tienen razón, pero a un servidor, igual que a cientos de exalumnos del religioso agustino y testigos de sus investigaciones, le gustaría ver su lápida limpia y despejada, para que siguiera evidenciando, en esta época en la que tantas personas dejan sus destinos intelectuales en manos de internet, un recuerdo respetuoso y difícil de borrar de un hombre único, que ejemplifica la adquisición callada y laboriosa de conocimientos, con los que luego alumbró tantos huecos oscuros de la historia local.

Humos fuera

La ONG Admundi celebra el sábado 14 de abril el último curso para dejar de fumar cuyo precio consiste en una aportación voluntaria. Se trata de una jornada intensa, de 9.30 a 17 horas, que se celebra en el centro de recursos asociativos que el Ayuntamiento de Málaga tiene en la calle Bolivia, 63, primera planta. Los interesados en dejar el tabaco pueden enviar un correo electrónico a cigarrillosporlapices@admundi.org o consultar la página www.cigarrillosporlapices.org.

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