Estamos rodeados de círculos, desde el Círculo de Lectores al de tiza caucasiano. Es una forma geométrica perfecta que, como la pescadilla, se muerde la cola y para muchos simboliza la vida, muy dada a inesperadas vueltas a la plaza con aplausos o almohadillas detrás.
El fotógrafo Pepe Ponce, memoria visual de la Málaga de los últimos 40 años, ha cogido el círculo por los cuernos en busca de armoniosas circunferencias por toda la ciudad.
El trabajo se llama Circlessesion y puede verse en el Centro Andaluz de las Letras, en el número 24 de la calle Álamos, hasta el próximo 13 de abril. De paso, es la constatación, una vez más, de que un maestro de la fotografía como Pepe Ponce puede mostrarnos toda la carga poética oculta que esconde nuestra ciudad.
Y es que se encuentra en los lugares más asombrosos, como los alrededores del edificio de Hacienda (en principio, un lugar en el que escasean los versos y las únicas letras que abundan son las de cambio), y sin embargo, es una de las instantáneas más conmovedoras, como las que este artista ha captado en la nueva zona del Puerto, con unos bancos que, inmortalizados en primer plano, recuerdan a un trozo olvidado del museo Guggenheim de Nueva York.
Realidad e imagen poética se funden en algunas fotos, que Pepe ha transformado, como ese enorme cubo portuario de cristal en el que ha metido dentro la Farola, el obelisco (horizontal) de la plaza de la Merced o ese maniquí por el que camina una pareja, convirtiendo el conjunto en un rostro daliniano.
Las fotos de Pepe Ponce hay que disfrutarlas con calma porque ofrecen muchas lecturas y en este caso, se trata de verdaderos poemas visuales, reforzados por las reflexiones de los escritores Antonio Abad y Juan Ceyles Domínguez, que han puesto letra a algunas de las fotos, como a un arco, posiblemente carnavalesco, de calle Larios, con el edificio de La Equitativa al fondo y este texto: «Es posible que todo se ilumine en este efímero estar de cada día».
Completa la muestra una proyección audiovisual a partir de 180 fotos en las que no faltan la música ni la palabra. El fotógrafo malagueño (de Álora por más señas) querría repetir la experiencia en todas las ciudades andaluzas. Será, no les quepa duda, una brillante experiencia concéntrica para él y para quienes acudan a ver sus impactantes sesiones de fotografía circular.
La torreta
Ayer mismo una turista, después de sobreponerse al estado de abandono del palacio de los Gálvez, señaló a una amiga: «Mira qué torreta han hecho ahí». Se refería a la torre que hoy sirve de oficina de turismo en mitad de la calle Granada. Y tampoco es que la torreta sea una recién llegada. En realidad lleva en Málaga desde el siglo XVII y hasta hace algo más de una década, estaba unida a una casa del mismo siglo pero fue derribada para el esponjamiento urbanístico de rigor, que en Málaga suele llevarse por delante valiosos edificios.