La víspera de Todos los Santos tuvo lugar una visita nocturna teatralizada por el Cementerio Inglés que fue un éxito, no sólo de público, sino también por lo acertado de su puesta en escena.
Lo principal es que, a pesar de que esa noche se celebraba la fiesta de Halloween, no hubo desmadre hortera alguno. Vamos, que se hizo con mucho respeto o parafraseando a toda persona que aspire a un puesto político en Málaga, se hizo «desde el respeto», como si el respeto se encontrara en un lugar concreto del camposanto.
Tan buena ha sido la experiencia que Mar Rubio, la historiadora del arte y responsable de este proyecto, ha decidido repetirlo, aprovechando que el próximo fin de semana se cumplen 180 años de la muerte del joven irlandés Robert Boyd, que murió fusilado junto al general Torrijos y sus compañeros.
El héroe romántico fue enterrado en el Cementerio Inglés dos días más tarde por el cónsul británico William Mark, que inauguró de una forma tan triste estos terrenos para el descanso de los protestantes, aunque los entierros debían hacerse entonces de noche y sin ceremonia, para no alarmar a una Málaga tan católica. También en un día de diciembre, pero de hace 111 años, se hundió con todo el equipo el capitán Karl Krestchmann y su buque escuela prusiano Gneisenau.
Tres acontecimientos que han animado a Mar Rubio a repetir la visita nocturna, que será en la noche del próximo sábado 10, con una actuación teatral que se centrará en el fusilamiento de Torrijos y sus compañeros y el hundimiento de la fragata Gneisenau.
Luna Llena y Teatro en el Cementerio Inglés se llama esta propuesta que tanto está dando a conocer a malagueños y visitantes este rincón olvidado del patrimonio local, que por fin va camino de convertirse en un Bien de Interés Cultural. Quienes quieran saber más de esta visita (10 euros por barba) pueden visitar la página web http:// cultopia.es.
Por cierto que esa misma mañana del sábado, a las 10 en punto, la asociación histórico cultural Torrijos 1831colocará una corona de flores en la tumba de Robert Boyd, un acto que realiza cada año desde 2004, cuando visitaron el Cementerio Inglés los descendientes de Boyd.
La feliz coincidencia de unas elecciones municipales hizo despertar este año de su cuajo administrativo secular a los responsables del Ayuntamiento y la Junta, con vagas nociones, hasta entones, de la importancia de este recinto.
Como les gusta decir en su jerga, es «la sociedad civil» (no la filarmónica o la de Amigos del País) la que se está encargando de recuperar esta joya ninguneada y vapuleada desde que hace más de un siglo, el gobierno británico dejó de ocuparse de ella. Que ustedes la disfruten.
Luz, más luz
Por tener iluminación navideña, tiene (eso sí, discreta) hasta el extremo de la calle Pacífico más próximo a Sacaba Beach, donde a los lados sólo hay algunas naves industriales y un par de chiringuitos.