Esta sección se congratula en comprobar que el entorno de San Felipe Neri está hecho un asco, pero ya es un asco menor, que no alcanza los niveles de videojuego de terror de años pasados, cuando en cualquier esquina próxima a la hermosa iglesia uno tenía la sensación de que le iba a asaltar un muerto viviente (y no hablamos del actual presidente de la nación).
Por lo menos, calle Cabello está limpia, aunque sigue presentando cuatro casas abandonadas en tan corta cuesta, en cuyo interior, un amasijo de maderas y olores exóticos sigue espantando al visitante.
Por lo menos, la estatua de la Inmaculada que hace esquina ya no tiene volcada un cubo de pintura roja encima, lanzado por algún intransigente. Eso sí, el jardincito que arropa a la estatua merece una friega, porque el olor excrementicio se percibe desde Hamburgo.
También han desaparecido las ridículas pintadas satánicas de la fachada de la iglesia, escritas en un pseudolatín ciertamente infernal.
Lástima que en la esquina que da a la calle Gaona esta iglesia en feliz periodo de rehabilitación luzca un pequeño cerro de basura. Pero no nos pongamos negativos, la mugre acumulada no tiene nada que ver con el estercolero con el que esta antigua parroquia y sus vecinos han tenido que convivir hasta hace poco. Prueba de ello es que la cascada calle Chinchilla, con un suelo impracticable (salvo para los alpinistas) y lleno de cagajones, con perdón, tiene al menos un par de enormes solares mugrientos cerrados con un muro.
Estos solares han dado días de gloria al sufrido personal, por eso es una pena que algún mamífero antropoide se haya entretenido en derribar parte del muro de uno de los solares (pues no hay constancia de que lo haya derribado un rayo). La apertura del solar tiene como único fin la acumulación de más basura, aunque al fondo se aprecian huellas de fogatas.
Cierto es que poco hay de Ciudad del Paraíso en este poco poético enclave, pero sería de necios no reconocer una mejoría que, al menos, deja el entorno de San Felipe Neri encarrilado en la senda de la tibia recuperación. Y no es poco.
Optimismo pionero
Cualquier malagueño que lea a diario las notas de prensa municipales recibirá una dosis de optimismo que le ayudará a soportar la jornada más complicada. La razón es que, desde hace años, pocos días hay en los que la ciudad de Málaga no aparece en alguna noticia como pionera, situada a la vanguardia o convertida en referente de alguna novedad en el mundo mundial. Si tantos record Guinness se están batiendo desde hace largos años en este discreto rincón de Europa, ¿a qué espera el jurado del famoso concurso para dar fe de tan asombrosa de marcas?
Indiscreción
La estatua de Andersen sigue conservando en su cara, hecho quizás con rotulador, el dibujo de un aparato genital masculino poco discreto.
Aparte del comentario (propio de un sevillano, sin gracia), de nombrar al presidente del gobierno (Vázquez le llama presidente de la nación), estoy prácticamente de acuerdo con él, pero se debería profundizar más en la crítica.
Recuerdo que en una entrevista que la SER le hizo a la que en su día fue alcaldesa de nuestra ciudad, Celia Villalobos, ésta decía,con su enorme bocaza, que el entorno de San Felipe Neri iba a cambiar totalmente en menos de un año. Intervine en el programa para manifestarle mi incredulidad ante esa noticia y ante mi condición de malagueño residente en el norte, insistió en que no conocía la realidad de Málaga.El tiempo me ha dado, desgraciadamente, la razón. Pero insisto desde donde puedo o desde donde me dejan, para, una vez más mostrar mi repulsa, enfado, crítica…, todo lo que Vdes. quieran, al abandono de toda esa área. El Museo del Vidrio, una aténtica preciosidad, no es digno de tener un entorno tan abandonado.Y ya son muchos los años transcurridos, con tiempos de bonanza económica y con otros no tan boyantes, pero de una cosa estoy seguro: Rodríguez Zapatero, jamás ha sido alcade de Málaga.