Antecesora de perturbaciones locales

31 May

Ya dejó dicho el Eclesiastés que no había nada nuevo bajo el sol. Ni siquiera la figura del majarón malagueño, de la que esta sección ha dado nutrida cuenta, dado que en esta provincia somos productores mundiales del género.

Como dato curioso, acaba de publicarse la primera edición moderna en español de La nave de los necios, la obra maestra del escritor alemán Sebastian Brant. Publicada originalmente en 1494, se trata de una divertida farsa moralizante que sirvió de ejemplo para otra obra inolvidable, el Elogio de la locura de su amigo Erasmo de Rotterdam.

De Brant sabemos por testimonios de esos lejanos tiempos que era, además de conocido de Erasmo, un hombre con mal genio y algún que otro ademán impetuoso, tan propio del majarón aborigen.

Sostiene este maestro alemán que el número de necios «es infinito», aunque con un poco de suerte y si cambian de rumbo vital, puede haber salvación para ellos, lo que es muy de agradecer.

La nave de los necios es una sucesión de estampas majaras acompañadas de una impactante colección de grabados, según los expertos, realizados en su mayoría por Alberto Durero.

Todas las conductas impropias, torponas, desquiciadas, imprudentes y directamente memas de la Humanidad están desplegadas en este catálogo de despropósitos en el que el lector moderno sigue reflejándose y de paso comprueba que no ha mejorado mucho en estos siglos.

Lo más llamativo de todo este asunto es que a su vez La nave de los necios tuvo un antepasado, también alemán, en la Edad Media llamado El libro de los papanatas.

Si ingente es el número de majarones malagueños, la figura del necio, del memo, del papanatas entronca con las raíces de Europa. Y precisamente, que en las raíces de Europa haya tanto memo es un asunto que debería preocupar pero quizás estos comportamientos impulsivos y muchas veces, de vergüenza ajena, estén en nuestra propia naturaleza, sin necesidad de llamarnos Silvio Berlusconi, Gil, Sandokán y otros productos excéntricos de la fauna humana.

En esa nave que abandonaba la Edad Media para entrar en el Renacimiento están los pilares de nuestros egregios majarones.

Desapariciones

Varios lectores se pusieron en contacto con esta sección la semana pasada para comentar la súbita desaparición de las papeletas del Parque estos días. No se trata de ninguna acción etílica conjunta sino de las medidas de seguridad por el pasado fin de semana, englobado con el título de Día de las Fuerzas Armadas.

Palmeras salvajes

En la Trinidad, en la calle Juan de Austria, esquina con la calle San Quintín, se encuentra uno de los balcones más espectaculares de Málaga. De hierro forjado, forma un artístico dibujo en forma de varias hojas de palma. En el edificio de aires regionalistas sobrios, consta en una placa que la vivienda se acogió a los beneficios de la Ley de Renta Limitada de 1944. Un balcón difícil de olvidar.

Una respuesta a «Antecesora de perturbaciones locales»

  1. Menudo repaso. Los humanos hemos cambiado poco con el transcurso del tiempo, solo cambian las formas. Los majarones ahora tenemos sitio también en estas redes.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.