Tan complicado como sorprender a un lince en libertad es ver a un concejal callejeando por Málaga en época no electoral.
Si ya es difícil verlos con el tiempo seco fuera de los actos oficiales, ya me dirán qué fuerza humana les saca de los coches oficiales o los despachos en los días de lluvia.
Y si embargo, cuando en Málaga llueve, surge una ciudad inédita a nuestros ojos, casi tan extraña como ese Madrid surcado por canales venecianos del nuevo premio Tusquets de novela, Rafael Reig.
La lluvia es como un mal despertar, nos saca buena parte de nuestros defectos. Si nos ceñimos al Centro Histórico hay que mencionar una vez más esa guarrería, con perdón, de la plaza del Siglo, que parece concebida para el siglo XVI en lugar de para el actual. Un escenario lacustre situado, vaya paradoja, enfrente de una sede electoral. Para la próxima legislatura, el partido propulsor de esta chapuza debería prometernos que enmendará la plana, en lugar de perpetuar un acabado mucho más que mediocre.
No muy lejos de este enclave de Rinconete y Cortadillo falta de su domicilio desde hace un par de años, en la confluencia de la calle Sánchez Pastor con la plaza del cardenal Spínola, una loseta y media que en este corto periodo de tiempo ha causado tropezones múltiples y en días lluviosos como el de ayer, la sensación de haber metido el pie en una poza.
Más preocupante es la situación de la calle Martínez. Si uno se aproxima a Puerta del Mar notará que la acera de la izquierda se convierte en una hondonada acuática, en la que los barquitos de papel tienen muchos días de singladura por delante. Los peatones precavidos ya saben desde hace años que hay que pegar un requiebro en días de lluvia, si no quieren meterse, literalmente, en un gran charco.
Recuerda por su extensión y profundidad esta depresión callejera a otra muy veterana que domina una acera en Echeverría del Palo, en la calle Escultor Marín Higuero, y en la que en los días de aguacero se hace necesario sondear sus profundidades para la buena marcha de los peatones.
Resulta paradójico que haya sido un concejal de la oposición quien denunciara hace tiempo los depósitos de agua que se formaban en los alrededores del Ayuntamiento, esos sí, felizmente arreglados.
El agua evidencia defectos que llevan años sin solucionarse. Que los concejales necesitan airearse y salir más a la Málaga que les rodea también es una evidencia. Lástima que sólo caigan en ella cada cuatro años. El resto caemos en los charcos.
Mercadillo
El pasado domingo se suspendió por el mal tiempo el mercadillo de los Baños del Carmen, que se celebrará, si el tiempo lo permite, el próximo domingo 13 de marzo, a partir de las 10 de la mañana. El mercadillo,que cumple su primer aniversario, incluirá una tómbola parte de cuya recaudación irá a parar a la Fundación Ayuda Solidaria Hijas de Jesús (Fasfi).