A algunos las malas noticias le pueden sorprender cogiendo alúas, a un servidor, que estaba de vacaciones, la penúltima le sorprendió en Estocolmo.
Imagínense el shock: escuchar una información sobre el urbanismo de Málaga en una de las capitales más civilizadas y mejor planificadas del mundo. ¿Qué nueva gesta habían perpetrado nuestros políticos? El Urbanismo malagueño, es un secreto a voces, es tan atrasado y perturbador como una intentona golpista en África.
Sólo con examinar algunas «modificaciones puntuales» del PGOU (metiendo más bloques a presión en la Carretera de Cádiz) o con ver la nueva y derrochadora sede de la Gerencia de Urbanismo bastaban para aplazar sine die cualquier candidatura a una capitalidad que no fuera la del ladrillo mal puesto. ¿Qué nueva fechoría acababan de anunciar como una lección al mundo?
Pues sí, un hotel de diez plantas en una esquina del Centro Histórico donde sólo podían levantarse cinco. De todo este turbio asunto lo más alarmante es que la Junta de Andalucía, después de prohibir dos veces el apaño, ha respaldado finalmente la tropelía. Cuando la Junta consiguió frenar a los vándalos en su intento por enladrillar Arraijanal, muchos teníamos esperanzas de que atajaría otros impulsos provincianos. Nos equivocamos. Una vez más ha vencido el dinero contante y sonante frente al respeto al patrimonio y el desarrollo racional de Málaga.
El argumento estrella para afianzar aún más nuestro legendario subdesarrollo urbanístico es que, muy cerca del proyectado hotel, se alzan algunas bestias pardas, edificios de altura superior a la autorizada. Así pues, si algún vivales las levantó y no fueron demolidas por la autoridad, se pueden alcanzar los diez pisos en este tramo que asoma al río.
Mediten sobre esta lección magistral de inteligencia y sensibilidad urbanística que, de aplicarse en los próximos siglos, borrará de la vista el Centro Histórico a quienes pretendan otearlo desde La Trinidad.Estamos ante un revival (maquillado, cómo no, de «hito referencial») del Hotel Málaga Palacio.
La Málaga menos cosmopolita, la más codiciosa y cerril vuelve a la carga. Pero como en todas estas operaciones siempre cae algún edificio digno de ser conservado, vayan despidiéndose del que albergaba la pensión de La Mundial y que hasta la llegada de estos suevos con despacho contaba con protección arquitectónica.
Vista la hazaña, díganme si no hace falta, de forma urgente, una nueva generación de políticos malagueños, una remesa más formada y menos robotizada que no caiga tantas veces en la burda tentación del dinero. La humilde propuesta de esta sección es que una comisión neutral de suecos, daneses y noruegos se haga cargo de la Gerencia de Urbanismo los próximos diez años. La ciudad no llenaría tanto sus arcas pero veríamos un desarrollo mucho más cuerdo.
En la capital de la Costa del Sol, la frontera que separa la «modernidad redentora» del pelotazo urbanístico es una de las más transitadas del mundo.?Volvimos a pifiarla con un hotelito.
Señor Alfonso me alegra mucho leerle de nuevo, sea usted bienvenido, confío en que lo haya pasado usted muy bien y traiga los ánimos renovados. Existe un manifiesto (http://noalhotel.blogspot.com/) contra la ubicación del hotel en el centro de la ciudad, lo he consultado y no le veo a usted entre los firmantes; quizá ni alcanzando 200.000 firmas (sería un hito insospechado) se consiga parar la aberración, pero, al menos que no quede por uno, ¿No le parece señor Alfonso? Un cordial saludo