Fútbol mundial y piropos en los Baños del Carmen

13 Jul


 

Foto: JESÚS ARRONTE

 

¿Dónde estaba usted cuando España ganó el Mundial?, el firmante lo pasó con amigos y familiares en los Baños del Carmen, una cita alternativa al «coso futbolero» de La Malagueta, que tuvo que ser de órdago.

El público estaba tan entregado a España que cuando Vicente del Bosque apareció en la gran pantalla comenzó a gritarle «guapo». Don Vicente no es Robert Redford, pero sí es el primer entrenador de la selección española en muchos años que no ha terminado loco perdido, lo que se agradece.

Asistían a este encuentro «en la cumbre», con la bahía de Málaga al fondo, Jesús y Felipe, dos hermanos de Camas, la tierra de Sergio Ramos. Jesús, farmacéutico de profesión, jaleaba su tierra natal cada vez que regateaba su paisano.

Felipe, profesor de Estadística en la Universidad San Pablo de Olavide de Sevilla, había preparado para el examen de ayer lunes un ejercicio sobre la estadística de España en los Mundiales de fútbol. Seguro que fue una sensación para los alumnos.

Con los nervios de un encuentro con unos holandeses tan leñeros y azuzado por una orquesta de vuvuzelas «de a 20 duros», servidor decidió ver la prórroga en la tranquilidad del hogar, al que se dirigió luciendo los colores nacionales en las mejillas y en la calva (ésta a modo de tres autovías rojigualdas).

Por las calles vacías, fantasmales, se escuchaban con nitidez los piropos salidos de las casas y dirigidos, seguramente, a Robben. En concreto le gritaban «feo y abuelo», y eso que el chiquillo tiene 26 años y siendo honestos, es algo más resultón que Del Bosque.

El gol se sintió como un trueno en temporada de sequía. Pocas cosas en la vida proporcionan una alegría colectiva tan intensa como una pelota en la portería adecuada. Esta Feria de Agosto, el «waka-waka» hasta en la sopa. Viva España y viva Camas.

Daños colaterales

La celebración de un Mundial de fútbol no es cualquier cosa, de hecho, ningún español recuerda algo parecido en los últimos cien años (y porque no vamos más atrás).

En Málaga, para la que se formó en la noche del domingo, el patrimonio municipal salió más o menos indemne.

Lo de «más o menos» viene a cuento del segundo «ataque» al monumento a San Juan Bosco, en Fuente Olletas. En concreto, uno de los niños que acompaña al santo y que juega con una cometa fue arrancado de cuajo por uno o varios mamíferos con DNI. Y no es la primera vez:?en enero la estatua de bronce del niño, anclada en el césped artificial, ya fue arrancada.

En esta ocasión, la Policía Local la entregó la pieza al taller de la Alcazaba.

Lo que ya no está tan claro es la motivación de este acto:?pudo causarla la alegría por la victoria ante Holanda o bien el autor o autores de la salvajada aprovecharon que no había un alma en la calle para intentar sisarla. Por lo demás, las fuentes de las Tres Gracias y de Génova, bien protegidas, aguantaron la avalancha de alegría. Bueno es contenerse.

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