Los asesores que planifican las elecciones municipales deben indicar cuanto antes a nuestro equipo de gobierno que «no se le ocurra dejarse ver por el Llano de Doña Trinidad».
Las consecuencias políticas podrían ser desastrosas para la imagen de nuestros cargos electos. Imagínense al alcalde candidato entrando en esa plaza degradada, en el corazón del Perchel, una «terra incognita» en la que los jubilados se lamentan a cualquier que pase del cutrerío que tienen que soportar. De inmediato los vecinos preguntarían al Ayuntamiento por qué nunca hay dinero para rescatar este decorado de la guerra de Bosnia, escoltado por solares, basura y una joya de Casa de Socorro de 1918, del arquitecto Guerrero Strachan, utilizada como comisaría. A su lado, donde estaba el cine Plus Ultra de Rivera Vera, se alza un edificio moderno de aires minimalista, casi de aspecto ibicenco, lo más entero que puede apreciarse en la zona.
Pero lo peor viene cuando vemos lo que hay en medio: una de las plazas más dejadas de Málaga en todos los aspectos. El jurado que puntuó esta semana los corralones del Perchel y La Trinidad, entre ellos un servidor y el responsable de la asociación Málaga Monumental, Salvador García Aranda, pasó por este rincón y muchos sentimos vergüenza ajena y la verdad, echamos en falta a las cámaras de Callejeros, siempre en busca de rincones degradados con los que entretener a su audiencia. Tomen nota.
La hierba crece en mitad de la plaza, entre las losetas levantadas y en los alcorques vacíos. Uno de los alcorques de los extremos, que soporta un árbol de gruesas raíces, está a rebosar de botellas por la falta de educación de los usuarios.
Los jubilados se sientan como pueden en los pesados bancos de la plaza, algunos de ellos rotos y volcados, y a uno le viene a la cabeza la imagen de esos rincones abandonados de La Habana, paralizados en el tiempo por la sandez integrista de los hermanos Castro.
Pero Málaga debería ser otra cosa bien distinta. Que el Llano de Doña Trinidad ofrezca un aspecto tan insoportablemente dejado en 2010 es una vergüenza sin justificación alguna.
Por todo estos datos, se ruega al candidato del equipo de gobierno que por su propio bien electoral no se acerque mucho por los alrededores. Hay que cuidar la imagen, aunque la del Llano ni se encuentra ni se le espera.
Tres museos tres
Las novedades culturales llegan tan deprisa, que los mapas turísticos que pueden verse por todo el Centro Histórico se quedan desfasados y así pueden permanecer dos o tres años.
Ahí tenemos tres importantes museos como el de la Semana Santa, el Vidrio y el Vino, que no aparecen ni por asomo. Y como es lógico, si no aparecen estos tres museos, tampoco se ha actualizado la foto del Cenachero, acompañada por una bandera de Europa que ahora está junto a la fuente de las Tres Gracias (esto último ya sería de matrícula de honor». En estos tiempos previos al famoso corte de las ciudades candidatas a 2016, un mapa en condiciones puntúa.
Querido Alfonso, esta ciudad sería una ciudad todavía más dormida en su cutrerío y merdellonadas sin tus escritos, sin tus críticas, sin tus denuncias, y sin ese sentido del humor, con su pizca de dolor por lo que en el fondo se lleva adentro de uno. Se te debe cuanto escribes, Alfonso. A ti, y a muchos de tus colegas de profesión de La Opinión de Málaga. Gracias.
Me parece muy bien tus artículos, tus críticas, pero me gustaría más si sirviese para arreglar todo lo que comentas, y más, o por lo menos, llegarán a los responsables de todo ese desaguisado, que para una ciudad tan preciosa que tenemos no sea cuidada como se merece. Ahora eso si, para arreglar grandes plazas, que se ven mucho, se apuntan los primeros.
Tiene toda la razón, está absolutamente dejada y conserva, aparte de lo que ha mencionado, una de la pocas casas originales del perchel que subsisten.
Los políticos deben creer que los turistas son seres alienados que siguen al pie de la letra las instrucciones que dan en los folletos turísiticos informativos, y solo tienen interes en mirar lo que estos les indican, que el resto no lo ven.
Resulta aún más chocante su estado, al pensar que en los recorridos que realizan las diferentes cofradías en Semana Santa, éstos suelen estar lo más cuidado posible, realizan el traslado del Cristo de Mena por dicha plaza, los mandos militares que participan, no sé que pensarán.