Málaga y la realidad más contrastada

4 Jun

En muchas comedias italianas de los años 50, los personajes intentan mantener la dignidad, pero en el momento más insospechado salta la liebre y el absurdo de la situación termina por vencerles.

Un servidor siempre ha encontrado un importante nexo de unión de Málaga capital con esas comedias. En el plano político, aspiramos a los más loables objetivos urbanísticos y culturales, pero luego nos topamos con la más pura realidad, que pone las cosas en su sitio (en un sitio, por cierto, inmerso en el más puro surrealismo).

Todo esto viene a cuento por una poderosa imagen, captada ayer por la mañana en los alrededores de la Feria del Libro. Riadas de cruceristas salían del Puerto para conocer la Málaga Picassiana; en la Acera de la Marina, Andersen seguía perorando las bondades de la Málaga del XIX y en el Paseo del Parque continuaban obsequiando al personal con Málaga Poesía Capital, una estupenda selección de poemas dedicados a Málaga de autores como Lorca, Alberti, Gerardo Diego o Vicente Aleixandre (por cierto, no se trata de la famosa loa a la Ciudad del Paraíso sino de una preciosa subida a la Alcazaba).

Para reforzar este ambiente bucólico, en los puestos de libros resonaba algún tipo de propaganda tópica de nuestra ciudad, que recordaba que teníamos un patrimonio histórico-artístico «singular» (ya puestos, hubiera quedado más variado decir «plural»).

Y en este ambiente preveraniego, culto, internacional, poético y luminoso, mira por dónde a uno se le ocurre aventurarse por el Parque de Málaga y contemplar dos exóticos árboles, una datilera del Senegal y una Esterculia rosa.

Este dato botánico fue proporcionado, no por la ignota sapiencia de uno, sino por una plaquita informativa, justo debajo de los ejemplares. Pero mira por dónde, en la placa podía leerse, escrito con rotulador y en grandes caracteres: «Aki kaga la Gema» (sic). Y la verdad es que, quizás influenciado por esta información, del parterre parecían ascender unos efluvios que no te menees.

Pocas veces pueden resumirse mejor las contradicciones de nuestra ciudad:?a escasos metros de los versos más gloriosos, los ensayos y las novelas, tenemos un emocionante evocación de una mujer que «obra» donde puede. Como los mirlos.

Y esto es lo puñetero de esta ciudad. En la próxima reunión de alto copete del Málaga Valley será difícil que la imagen «retortijona» de Gema no irrumpa en nuestra imaginación, mientras los servicios de prensa municipales nos anuncian a bombo y platillo que somos «un referente a nivel mundial» de cualquier organismo raro escrito en inglés.

El tópico más manido de la promoción turística afirma que cualquier villorrio del mundo es una «ciudad de contrastes». Pero pensándolo bien, si buscan contrastes marcados, Málaga es su sitio.

La otra placa

La plaza de las Brigadas Internacionales, en la avenida de Gerardo Diego, luce una placa de quita y pon, que en periodos largos deja este jardín sin nombre.

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