Para los pocos mortales que no hayan visto la película ‘Atrapado en el tiempo’, su protagonista se despierta a diario en el mismo día, aquel en el que la población de EEUU en la que se encuentra celebra ‘El Día de la Marmota’, un pintoresco festejo que ‘atisba’ el final del invierno.
En El Romeral, sus vecinos llevan desde que se construyó el barrio con esta cinematográfica sensación, un ‘déjà vú’ que no les abandona a pesar de que más de un programa electoral les ha prometido el oro y el moro de equipamientos públicos.
El razonamiento de nuestros políticos es curiosísimo:?muchos de ell
os no dejan de envidiar públicamente el barrio por contar con tres enormes parcelas para equipamiento. “Ya le gustaría a cualquier barrio de Málaga tener tanto terreno y tantas posibilidades”.
En efecto, pero lo que a ningún barrio le agradaría es ver cómo no fructifica ningún proyecto para esos enormes terrenos, llenos de ‘posibles’, pero para los que sólo funcionan las cuentas de la lechera. Van pasado los años, y las parcelas ni siquiera son contempladas por muchos vecinos como ‘proyectos de futuro’ sino como ‘sedimentos geológicos’, estratos de incumplimientos políticos que se van acumulando en el paisaje verde del Romeral.
El firmante estuvo ayer pateando de nuevo estas tres parcelas. La primera de ellas, en la calle Carmen Laforet, ya lució un pintoresco cartel de la Junta anunciando unas obras que debían comenzar en 1995. De este ‘provecto incumplimiento’ ya sólo queda la parte superior del cartelito.
La lluvia se ha dejado notar tanto en esta parcela-barrizal, que hasta una montaña de escombros se encuentra reverdecida. Detrás, los restos de una tienda ‘de camuflaje’ se hinchan con el viento.
Junto a este terrenito, entre Carmen Laforet y calle Eolo se encuentra la parcela más grande de todas, como dos veces un campo de fútbol, quizás tres. El barrizal actual no permite aparcar ahí salvo a unos cuantos osados, pero se ha convertido en un saludable y extenso ‘aliviadero’ de perros.
En calle Eolo también dormita una tercera parcela, utilizada sobre todo como aparcamiento y depósito de contenedores de construcción.
En las próximas elecciones municipales volverán a surgir los proyectos fastuosos para estas tres parcelas olvidadas. Pero los vecinos del Romeral, inmersos en el Día de la Marmota, ya no se creen un pimiento. Los políticos sólo podrán convencerles con hechos. Tanta palabrería suena ya, por estos lares, a inmensa tomadura de pelo.
Suecos
Sin ningún reparo moral o miedo a las multas, son numerosos los conductores que bajan con su coche la calle Cervantes, desde hace un par de años territorio peatonal de la Malagueta. Muchos de estos iluminados dejan su coche a las puertas de un supermercado y si algún vecinos les increpa, se hacen los suecos de Estocolmo capital.