En la primavera de 2006 esta sección dedicó su atención al ‘despelucado entorno’ del monumento a Blas Infante. Un microcosmos natural que no favorecía demasiado a nuestro ilustre notario y que recordaba el jardín abandonado de una película de ‘susto’.
En este sentido, llamó la atención a los concurrentes al acto del 28-F el pésimo estado de un rosal, al parecer, el mismo que el padre de la patria andaluza tenía en Carmona, y que fue plantado junto a su imponente rostro cuando se inauguró el monumento a comienzos de los ochenta. Si el rosal simboliza ‘el ideal andaluz’, mejor no seguir, porque se había convertido en un enrevesado ‘matojo’.
Pero felizmente hay que constatar que todo este panorama ya es agua pasada. Hace tiempo que el rosal desapareció y ahora mismo, la final de cricket entre el Reino Unido y Pakistán puede jugarse en el césped que rodea el monumento a Blas Infante.
A pesar de que las reglas de este ignoto deporte parecen tan aburridas como las del beisbol, estamos seguros de que el público vibraría aunque solamente fuera por la calidad de la hierba, casi desconocida en Málaga. Ayer, varios trabajadores desenrollar estas alfombras verdes, ignoramos si reales o artificiales.
Todo estará a punto para el día 28-F, cuando los políticos se cuadren escuchando el himno de Andalucía (de una calidad musical, por encima de muchos himnos). Confiemos en que, al contrario que en otras citas del Día de Andalucía, los políticos no se enzarcen en riñas partidistas, rodeados por un enjambre de micrófonos. Sería todo lo contrario al ‘Esplendor en la hierba’.
El primer ‘PTA’
Resulta impactante comprobar cómo lo que hace unas décadas fue el primer desembarco tecnológico en Málaga, las instalaciones de Citesa, hoy se han transformado en un paisaje ‘cárstico’, aunque artificial, que recuerda modestamente al Torcal de Antequera.
Al fondo de los cerros de rocas se ven los árboles de la explanada de Martiricos mientras las excavadoras no dejan de ‘trajinar’. En este entorno tan escandalosamente llano y espacioso, la municipalidad ya ha previsto levantar dos rascacielos que recuerden al mundo el grado de dependencia que los ayuntamientos españoles tienen del suelo.
Quien piense que este incremento de tráfico y viviendas no está bien estudiado y que las torres se levantan aquí únicamente porque son unos terrenos de los que sacar mucho dinero es que es un mal pensado.
Firmas y piedras
En el otoño del 2006 se inauguró el monumento a la Madre Petra de San José, junto a su colegio de San José de la Montaña. La base del monumento, de piedra, se encuentra desde hace tiempo pintarrajeada con una especie de firmas. Se ignora la autoría de esta hazaña de mamíferos. No estaría mal un análisis grafológico.