¿Se van o no se van?

22 Dic

La vieja política parece moribunda… pero es muy pronto para darla por muerta. Nadie quiere nuevas elecciones pero este entuerto, liado por los votantes, tiene pocas salidas.

He leído unos cuantos periódicos en busca de un análisis en profundidad de los resultados electorales y mayormente solo he conseguiudo entintarme los dedos. Todos han quedado como rehenes de la calculadora y de aquella destartalada rosa de los vientos que indica ‘izquierda’ y ‘derecha’. Pero todas las herramientas chocan con la complicada realidad.

Lo primero que la realidad nos dice es que el bipartidismo no está todavía muerto, serios indicios de que está agonizando.

Últimos estertores pero sobrevive: el primero llamado a formar gobierno se llama Mariano Rajoy; y si este fracasa, como es muy probable, seguramente será convocado Pedro Sánchez, el secretario general del PSOE. También es probable que fracase Sánchez, aunque parece tener alguna probabilidad más que Rajoy.

Vale decir que los dos grandes derrotados en las urnas, «comandantes» de ejércitos que se baten en retirada dejando un montón de escaños y millones de votos en el campo de «batalla», serán llamados a enderezar un entuerto que tanto han contribuido a crear. De los dos deberíamos esperar que estuvieran diciendo «yo me voy a mi casa», pero no parece que estén pensando en eso.

Los comentaristas y los locutores de televisión sacan la calculadora y la baqueteada rosa de los vientos. «A ver»… «alinearse»: de derechas parece que son el PP y Ciudadanos y… el mismo Pedro Sánchez, cuyo partido está al menos tan comprometido como el PP en materia de corrupción. Pero los comentaristas consultan sus notas y dictaminan: «eso no tiene nada que ver…la corrupción va en otra cuenta». Parece que ninguno cae en que PP y PSOE son los que se sientan en el banquillo de los acusados, uno al ladito del otro. Y que los dos, por poner un caso, que también debe entrar en otros cálculos porque de eso no se habla, han votado entre gallos y medianoche una reforma constitucional que nadie «consensuó», para cambiar el artículo 135, de modo tal que la deuda externa, nunca auditada, deba pagarse antes que cualquier otro compromiso, incluyendo pensiones, sanidad, educación y demás.

«Vale, vale»… consultan otra vez los apuntes y resumen: «eso no tiene nada que ver con la izquierda y la derecha».

Y tercia otro: «pero si los ponemos juntos, a Rajoy con Sánchez, no hay problema». Sacan la calculadora: si el PP y el PSOE se juntan hay más de 220 escaños… «¡y solo hacen falta 176 para formar gobierno!»

Si, pero viven tirándose los trastos a la cabeza. ¿Podrían ahora, abiertamente, pactar? Hay quien dice que esos pactos entre los «dos grandes» se hacen en toda Europa y que en Alemania gobiernan juntos, sin problemas. ¡Pero esto no es Alemania! Y aquí hemos tenido el 15M y la gente está realmente indignada… De ahí salió Podemos, justamente.

Ah, sí. Podemos. Y también está Ciudadanos. Son los que hablan de «una nueva política» y no dejan mucho sitio para soluciones «a la alemana». La calculadora: 69 más 40 escaños: 109 ¡Les faltan 67 diputados para poder gobernar… ¡y tampoco quieren ir juntos de ninguna de las maneras!

Hay que buscar una alternativa, por si Rajoy y Sánchez no se entienden. Sacaron la rosa de los vientos: ¡pero si es posible juntar a toda la izquierda! Miren, miren: PSOE (90), más Podemos (69), más Esquerra Republicana de Cataluña (9), más, más… ¿Los de Artur Mas?… esos son 8 más… ya estamos… Pero Mas tampoco está por ningún pacto si no se apoya la independencia de Cataluña. Y Mas tampoco es de izquierdas.

Vale, dejémoslo. ¿Dejémoslo? Pero hay que formar gobierno. ¡Que llamen a los votantes, que son los que liaron esto! ¿Nuevas elecciones? Eso no lo quiere nadie.

¿Pero no estábamos sumando a la izquierda? Pon 2 de Izquierda Unida. Sumando a los 90 socialistas, serían… ¡260 diputados!… mucho más de lo necesario.

O sea, que Pedro Sánchez tiene la solución: o se va con Rajoy o se mete en una llamada «coalición de izquierdas». Entonces el PSOE, que perdió 20 escaños… ¿es el ganador? Bueno, ganador, lo que se dice ganador, no hay.

¿Y por qué Podemos y Ciudadanos dan por «enterrada» a la «vieja política»? ¿Podemos no tiene ninguna posibilidad de formar gobierno? Solo con el apoyo de Sánchez. Lo mismo de antes.

Y allí terminó el debate. Guardaron la calculadora y los lápices de colores para marcar rojos y azules y uno apuntó en un papelillo de esos que quedan en las mesas: «la clave es Sánchez». Y otro escribió, en otro papelillo: «Iglesias saca los votos pero seguiremos dependiendo de Felipe González». Y otro más, que lo estaba mirando de reojo, añadió: «Tú estás loco….los votantes no pasan por ahí».

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