Empezar de cero

10 Feb

¡Horror! En Podemos también hay diferencias internas, intereses y ambiciones. Pero para «emparejarlos» con la «casta» habría que empezar por la dimisión de Rajoy

Se podría parafrasear aquella famosa frase de Francisco Umbral en TV, cuando lo querían distraer con otras cuestiones y él estaba allí para hacerse su propia promoción: «yo he venido a hablar de mi libro». En estos días los medios de comunicación podrían decir a coro: «Nosotros estamos para hablar de Monedero». Unos pretenden que Monedero se excuse, otros que lisa y llanamente se vaya a su casa y otros más esperan que Podemos le expulse para recuperar así su «pureza».

No es normal que los mismos que plantean tales exigencias no se ocupen de recordar la total impunidad de los corruptos cuyos impresionantes negocios ilícitos, robos y fraudes han quedado de manifiesto. Visto el estado de postración moral de España, que casi nadie pone ya en duda, el clamor de los ciudadanos debería apuntalar esa propuesta, justamente, de Pablo Iglesias: que Rajoy dimita ya y convoque a elecciones. El propio Partido Popular debería alistarse en esa cruzada por la recuperación de España. Pero, claro: «Los partidos políticos hoy viven y se mueven hacia adentro, siempre pendientes de sus cúpulas dirigentes, que mantienen muy pocos canales de comunicación con los ciudadanos e, incluso, con sus propios militantes de base». Esto no lo digo yo: lo acaba de escribir, ayer mismo, Doña Esperanza Aguirre.

Aparte del estado de putrefacción de la política española… ¿no estaba la firma del propio Rajoy en la famosa cuenta suiza? He leído por ahí, hablando, cómo no, de Monedero: «a algunos les llega el dinero de Suiza y a otros de Venezuela». Pero es que a nadie le llega el dinero «de Suiza»: ese es dinero que nos han robado y defraudado y lo han ingresado en Suiza. También he leído por ahí que la señora Aguirre autorizó el uso de las famosas «tarjetas negras» de Caja Madrid. Pero no he visto que esta señora se haya sentido por eso inhibida para criticar, con su reconocido ímpetu, la corrupción generalizada.

En la feroz campaña contra Podemos se pone mucho fervor en pretender que Pablo Iglesias no participe en ningún debate interno ni mucho menos pueda proclamar su apoyo a determinado candidato. Que en vez del dedazo de Rajoy o las bastante evidentes maniobras sibilinas de la presidenta andaluza contra Pedro Sánchez, Iglesias anuncie a los cuatro vientos sus preferencias y queden sujetas a las votaciones….¡siendo prácticas políticas opuestas se presentan como si fueran idénticas!

He visto promover con entusiasmo a Teresa Rodríguez como candidata a presidir la Junta de Andalucía mientras se la veía como «opositora» a Iglesias; y he visto, poco después, como se jaleaba una candidatura (‘Andalucía desde abajo’) crítica con la propia Teresa Rodríguez… ¡porque ahora los que aparecían «oponiéndose» a Pablo Iglesias son ellos! Justamente, Iglesias y Rodríguez habían acordado una lista de integración. Si alguien se atreviera a lanzar una propuesta así en el PP o en el PSOE sería inmediatamente laminado y echado al cubo de los desperdicios. Sin ir más lejos, en Izquierda Unida tuvo que dimitir Tania Sánchez después de haber ganado por amplia diferencia su candidatura a presidir la Comunidad de Madrid: el aparato de Izquierda Unida le apuntó y la machacó hasta que tuvo que irse.

Con las diferencias internas en Podemos pasa algo parecido a lo de Monedero: que muestran un partido que ya no está «en estado puro» porque las propuestas diferentes, las pasiones, los intereses, las ambiciones… allí también existen y se manifiestan. ¿Los equipara esto a «la casta»? ¿Cuáles son las diferencias? Subsisten varias. Una está en que el propio Monedero actuó de modo de regularizar su situación con Hacienda, aunque es evidente que en su día no pidió los permisos correspondientes para realizar los trabajos cuyo cobro originó toda esta historia. Pero podríamos decir que, para pretender emparejar su situación con la «casta», muchos deberían estar encarcelados y no lo están, y debería devolverse a las arcas del Estado una cantidad enorme de millones de euros… sin perjuicio de que no hay ninguna ventanilla donde se pida permiso para robar. Si queremos emparejar de verdad, habría que empezar de cero: que Rajoy convocara a elecciones de inmediato. Y, ya puestos, que los dedazos de Rajoy o Susana Díaz tuvieran que pasar por el filtro de votaciones libres entre todos los que se apunten a votar… ¡Se imaginan el espanto que provocaría en esos partidos crear un filtro así, genuinamente democrático!

4 respuestas a «Empezar de cero»

  1. Hola Horacio amigo tengo en tu contra que unas veces crees en lo que te digo y otras veces no crees mira Cristo creyó hasta la muerte nosotros tenemos que andar por donde el anduvo y ser fieles hasta la muerte el es un ejemplo claro.

  2. Hola amigo y compañero Cristiano de verdad Horacio. Necesitamos gente para formar el grupo espero tu respuesta. Tengo en tu contra que no te mueves necesitas acción practicar el cristianismo con los demás.

  3. Hola amigo Horacio compañero cristiano de verdad tengo en contra de ti que eres muy pasivo toma las riendas de tu vida y deja atrás las cosas viejas del hombre viejo ahora eres un hombre nuevo reengendrado. En la verdad.

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