Zafarrancho de combate en todos los partidos. Unos gritan «al abordaje» y otros «vamos a ser abordados». Se atacan con todo lo que encuentran a mano
«Todo el mundo a sus puestos!», es el grito nerviosísimo de los capitanes. En unos casos, como el de Podemos, va seguido de… «¡Al abordaje!». En los otros casos, los de la casta, se da el caso inverso: «¡Vamos a ser abordados!».
La casta está disparando con todo lo que encuentra a mano. No importa que sean gruesas balas de cañón o inofensivos trozos de hierros retorcidos. Todo se echa a la boca del cañón y se dispara. En la casta más que el nerviosismo impera la histeria, de modo que los gritos para azuzar a los artilleros son muchas veces contradictorios. Tan pronto se dice que los de Podemos son «radicales» o «extremistas», como se les acusa de «falsos izquierdistas» o «mera copia» de aquel triunfal PSOE de Felipe González. Pero desde Podemos también se apela a cualquier objeto que parezca arrojadizo. Por momentos, pese a que las encuestas los siguen mostrando como candidatos ganadores, pierden el norte y se empeñan en batallitas internas, las únicas que en realidad parecen hacerles mella.
¿A quién se le ocurre simplemente hablar de la supresión de la Semana Santa? Es verdad que no se trataba de una propuesta concreta… ¡Pero imaginar que alguien lo va a proponer solo puede surgir en una mente demasiado creativa! Tal vez se trataba de reforzar la idea de que «todo lo van a decidir los ciudadanos». Podría haberse dicho que, si alguien propone enseñar el Corán en las escuelas públicas esto «lo van a decidir los ciudadanos». ¿Para qué invocar algo que nadie realmente propone? La omnipotencia, es decir, la creencia de que las encuestas permiten una «creatividad» política sin límites, es muy mala consejera.
Pero Podemos sigue teniendo la suerte a su favor. Para los más fervorosos podríamos decir, pomposamente, «el viento de la historia a su favor». A la casta, por el contrario, le cabe la frase de Séneca: «No hay buenos vientos para quien no sabe a dónde va».
El Partido Popular, por ejemplo, ha ideado un eslogan, «Aún queda mucho por hacer», que parece pensado por sus enemigos. Es como si, frente al inminente abordaje, hubieran decidido correr al otro lado del barco y arrojarse al mar. ¿Les queda algo por destruir, contaminar o corromper? Tanto Esperanza Aguirre (todavía ser la candidata en Madrid, vista la tan probable derrota) como los portavoces del PSOE, han adoptado la costumbre de las peleas escolares: «Y tú mucho más». Repiten las denuncias contra ellos de la gente de Podemos casi como si hubieran recogido del suelo granadas que todavía pueden explotar. Pero tal vez les exploten antes de arrojarlas: «dividen el mundo en buenos y malos y esto lleva al totalitarismo», dice la señora Aguirre. ¿Es que ni siquiera se ha dado cuenta de la falta de toda autoridad de una política que puede atropellar la moto de un policía y salir huyendo? Podrá decirse que es una simple anécdota pero la pinta de cuerpo entero. Con ese simple gesto ha dejado a la vista su entraña totalitaria. Por su parte, el candidato del PSOE a la alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, afirma que «insultar al PSOE o al Gobierno andaluz» equivale a «insultar a los andaluces, que una vez tras otra han apoyado al PSOE para gobernar esta tierra». No hemos encontrado ningún insulto en los discursos de los de Podemos pero lo cierto es que en las pasadas autonómicas el partido más votado fue el PP. Los que han apoyado al PSOE para gobernar esta tierra son los dirigentes –no los militantes– de Izquierda Unida.
Por otra parte, Podemos resulta defendido inesperadamente por portavoces mundiales del Sistema: economistas de prestigio y el propio Financial Times han elogiado la posibilidad de que se audite la deuda parea renegociarla. ¿Cómo es posible? Quizás también a esos niveles haya crecido la preocupación de que seguir bajo la férula de Alemania puede resultar un callejón sin salida para Europa.
Obviamente, yo no soy asesor ideológico de Pablo Iglesias. Pero tengo que reconocer que mantiene su coherencia hasta el punto de seguir aguantando el tipo como político diferente de todo lo que tuvimos hasta ahora. Acaba de declarar que las «ideologías sirven de poco», y que «el juego de la izquierda y la derecha es de trileros». Estas dos cosas las vengo defendiendo no hace años, sino décadas. Y por eso me apunté al 15M desde el primer día. Por suerte, lo dejé escrito hace 18 años («Europa no se resigna a la muerte de las ideologías», 1997). No estoy pidiendo ningún copyright sino confesando la alegría de ver que un político, y justamente en España, lleva estas definiciones por bandera.
Hola Horacio tengo en contra tuya que eres vanidad de vanidades nos creemos que somos nosotros los que hacemos las cosas pero no es así
Hola Horacio tengo en tu contra que amas al dinero y no a Dios es triste lo tuyo con la edad que tienes no has aprendido a amar la libertad la verdadera no la de la política
Hola Horacio tengo en tu contra que tienes miedo a que nos llamen locos por predicar la cruz los que no creen para los que creemos es una fuerza viva.
Hola Horacio tengo en contra tuya que no amas como debes pide a Dios amor EL te dará quiero decir otra cosa quiero formar un grupo de quince a veinte personas si conoces a alguien personal o por Internet que sean afines a la religión que se pongan en contacto contigo y conmigo vía émail.Espero tus noticias adiós.