Llevamos tres días comiendo arroz… pero estoy muy contento porque he recordado que hace tres años no teníamos ni para arroz». Una manada de investigadores se ha lanzado con entusiasmo a roer un hueso sospechoso porque luego lo usan para hacernos un caldo que nos prevenga contra los malos augurios y los pésimos presentes. Quizás estemos por vivir una andanada de elogios del presente: el optimismo como droga. El auge del ´pensamiento positivo´ está apuntalando ese esfuerzo por hacernos digerible el Sistema que gobierna el planeta, con sucursales en cada ´Estado-Nación´, si es que se puede seguir llamando así a estas parcelas del mundo cuadriculado por los ´superpoderes´: el Imperio (Norte)Americano de Occidente, el administrador político de la Gran Mafia, el entramado financiero que se beneficia del tinglado. La gran coartada del Sistema está en el uso habilidoso de cifras y estadísticas, combinado con interpretaciones torcidas de la realidad. Frente a ´conclusiones´ como la de la disminución de las guerras, aparecen quienes puntualizan, por ejemplo, que los datos comparativos en base a las cifras de muertos (hay menos guerras, hay menos muertos, hay menos pobres, etc.) no toman en cuenta los heridos: antes se contabilizaban tres por cada muerto y ahora parece que son diez por cada víctima mortal. Antes había más guerras ´entre Estados´ y ahora los choques armados son frecuentemente ´asimétricos´ (ejércitos contra guerrillas, por ejemplo).
Entre tantos números y recuentos aparece uno que puede servir de ejemplo. Nos dicen que la guerra del Yom Kippur, en 1973, dejó unos 12.000 muertos en 20 días, seis veces más que el último y feroz ataque de Israel contra la franja de Gaza. Falta observar que aquella fue realmente una guerra, en tanto que el aplastamiento del pueblo de Gaza fue una especie de ´caza del palestino´. O sea: hay menos muertos porque no hay una auténtica guerra sino una masacre de población indefensa.
El ejemplo se puede extrapolar a todo el planeta: hay menos guerras, menos muertos, porque el dominio de Estados Unidos es total. También cuando una mafia sin rivales domina totalmente una ciudad tiene menos necesidad de emplear la violencia: todo el mundo obedece.
Encaja como una pieza importante en este supuesto ´mundo feliz´ la insistencia de algunos ´observadores´ en hablar de ´multipolaridad´ y negar la hegemonía norteamericana. Para esto cuentan con la involuntaria (¿ingenua?) complicidad de quienes presentan constantemente a Rusia moviéndose de nuevo en el campo de las superpotencias, cuando en verdad lo que hace Putin es frenar todo lo posible los avances de Occidente hacia el Este. Nos presentan a una Rusia en expansión ´apoderándose´ de Crimea, cuando en realidad solo procura no quedar rodeada. La Unión Soviética (con unos 23 millones de kilómetros cuadrados) abarcaba un ´mundo´ de países que hoy son autónomos; y cuando quedó reducida a Rusia (unos 16 millones de kilómetros cuadrados) todavía había una ´casi integración´ entre ese país, Georgia y Ucrania. Ahora, Rusia está efectivamente ´sola´ y frente a la pérdida de Ucrania (todavía en disputa pero con presencia creciente de Occidente) solo ha podido retener Crimea, pieza estratégica vital para ellos. A ese gran retroceso, que Putin intenta denodadamente frenar, lo presentan como un ´nuevo expansionismo´ de Moscú.
Un antropólogo al que se le pregunta por esta supuesta ´arcadia feliz´, Ian Morris, viene a decir que el poder norteamericano es tan enorme que eso ha contribuido a disminuir la violencia a nivel mundial. Señala que ocurrió lo mismo al expandirse el poder de Roma, y también cuando se expandió el poder del Imperio Británico, «de un modo muy similar a lo que hace Estados Unidos hoy».
La disminución del hambre está ´reducida´ a estadísticas: los que salen de la ´pobreza extrema´ tienen hoy algo que llevarse a la boca… no importa que puedan comer todos los días un cereal machacado, mientras en la gran metrópolis occidental la gastronomía se hace cada vez más exquisita.
El análisis ´optimista´ pasa por alto el deterioro de las ´democracias liberales´. El presidente Obama se ha convertido en un adalid de esta interpretación ´positiva´ del mundo… solo que tiene tan poco predicamento que lo están barriendo electoralmente los republicanos. En general, parece que los norteamericanos echan de menos unas cuantas guerras ´de verdad´ para sentirse auténticamente dueños del planeta… no les basta con serlo: también quieren exhibirlo.
Horacio tengo en tu contra la falta de confianza que tienes en EL Padre Dios. Respecto a los gobiernos mundiales se van sucediendo unos a otros van pasando con el tiempo los gobiernos hacen cosas malas y suceden unos a otros lo mismo pasa con los gobiernos de cada país. Esto lo pone en las Sagradas Escrituras. Pon tu confianza.
Horacio tengo que reprenderte porque reprender es amor y cuando amas a alguien debes reprenderle. Tengo en tu contra que aparientas una cosa y luego eres otra distinta aparientas riqueza pero estas desnudo.