Europa atacará África

23 Oct

Capitaneada por los franceses se está organizando una guerra contra los «tuaregs» que llamarán «la reconquista» del desierto. No es una broma: es una buena ayuda de la Unión Europea a los Estados Unidos.

Un inexorable proceso del que apenas se habla es el nuevo reparto de África. En realidad no se trata de un «nuevo reparto» porque África ya tiene «dueños»: vive en un caos que, paradójicamente, permite a Occidente mantenerla bajo control. El continente negro se cortó en trozos en 1885; las potencias de entonces tiraron cada una de su tramo de costa y así cuadricularon el interior del continente. A partir de allí lo fueron ocupando ingleses y franceses, pero también alemanes, portugueses, italianos y belgas. Hay quienes se creen la «historia oficial» y suponen que África es hoy un continente con medio centenar de naciones independientes… Son los que todavía dan crédito a los relatos de que la segunda mitad del siglo XX fue de descolonización cuando fue un proceso de «recolonización».

Suelen repetirse las tesis de los seguidores del pensamiento único, empeñados en diluir el poder de Estados Unidos presentándonos un mundo presuntamente «multipolar». En el caso de África ellos resaltan, por ejemplo, que Francia tuvo un gran protagonismo a la hora de machacar a Libia. Y así fue. Pero no era una señal de que París volvía a ser un centro de poder mundial sino un signo de que los norteamericanos quieren compartir más sus guerras. Estaban encantados de dar a Sarkozy un buen lugar en la foto de los «vencedores» de la tragedia libia. Y para quienes se esfuerzan por encontrar diferencias entre la derecha «sarkozyana» y la izquierda del socialista Hollande, es ahora este último el que impulsa la próxima guerra africana, la que está siendo proyectada por la Unión Europea, buscando homologar cada paso con el aval de la ONU, gran fachada para dar aparente legitimidad a todas las «movidas» de Occidente.

Bajo la excusa de que les ha convocado el presidente «provisional» de Malí, Triaoré, tratan de poner en pie dos «enemigos» diseñados por la Unión Europea para hacerle a Estados Unidos el trabajo sucio. Uno será una fuerza militar inventada, integrada por países de la Comunidad Económica de África Occidental, y el otro será Al Qaeda en el Magreb Islámico, algo a lo que van dando forma los proyectistas occidentales de guerras. La base de este presunto nuevo «brote» islamista en el norte de la República de Malí es el Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA), creado por los rebeldes tuaregs del desierto, pero esto apenas se menciona porque estas tribus han alimentado durante mucho tiempo una tradición de hospitalidad y respeto al foráneo.

La Unión Europea quiere implicar a España (que ya adiestra a la policía en el cercano Niger), concretando la compra por Francia de aviones MRTT, de reabastecimiento en vuelo, fabricados por Airbus en Getafe. La UE quiere «poner en pie» al menos un batallón de soldados del desharrapado ejército de Malí, que, casi sin armas y sin sueldo, fue abandonando el norte a las milicias tuaregs y sus aliados. También pretende preparar unos centenares de tropas europeas, que serán las que marcarán la estrategia y organizarán el ataque al territorio del norte de Malí.

Se trata de que el ejército de la Unión Europea, al que llamarán «africano», hostigue a los ocupantes del norte del país, en una operación que debería suponer un copyright para los Reyes Católicos: la denominarán «reconquista» del desierto.

Ya lo hemos comentado en otras ocasiones: el continente negro es ahora una creciente «tierra de nadie» que tal vez se parezca a ciertos momentos caóticos de la Edad Media europea, con contingentes a medio camino entre pequeños ejércitos, guerrillas en formación, bandas de atracadores y grupos mal armados que huyen de los escenarios más violentos. En esa tierra de nadie el poder está en manos de grandes multinacionales que rapiñan los recursos y de caciques locales que se mueven con habilidad en ese caos.

Europa hace su contribución a la estrategia norteamericana cumpliendo el papel que no pudo asumir «puertas adentro», por ejemplo, durante la destrucción de Yugoslavia.

Preguntado por el periodista Ignacio Cembrero sobre el lugar donde formarían ese «ejército africano», el ministro de Defensa francés, Jean Yves Le Drian, respondió : «Tenemos en mente algo parecido a lo que se hizo con los soldados somalíes entrenados en Uganda en el marco de la misión «African Peace Facility». Cualquier parecido entre las misiones de paz y las estrategias de guerra es mera coincidencia. Lo mismo que cualquier parecido entre la situación actual de África y la época colonial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *