Como en el famosísimo doble personaje de Stevenson (Dr.Jekyll y Mr.Hyde) nos va quedando la evidencia de que el monstruo criminal que sale por las noches como un verdadero demonio es de día el buenazo y respetado doctor. Quiero decir que los Mercados son, efectivamente, los malvados nocturnos, pero la señora Merkel y sus acólitos (que ya son los dueños de la recortada Europa) son el personaje diurno que aparenta querer salvarnos. Tan parecida es nuestra realidad a la de la novela, que hasta se ve la lucha del ‘bueno’ diurno por contener los impulsos asesinos de su doble nocturno.
En ese maremágnum indefinido que es la entelequia de ‘los Mercados’ están los actuales dueños del planeta. Y la señora Merkel y sus acólitos forman parte de ese conjunto. Pero no es menos cierto que se debate para que no la devoren, porque el caso es que los Mercados solo son siempre respetuosos con el gran socio estatal, el imperio norteamericano, el encargado de administrar las fuentes de energía, de mantener el ‘orden’ mundial y de castigar a los que se desvían. De ahí que Estados Unidos, con una deuda mayor que la europea, no se vea muy ‘acosado’ por Mr.Hyde.
Europa, o sus trozos, están ahora mismo en el centro del afán devorador de ‘los Mercados’ y todo parece indicar que los ‘grandes’ de la Unión Europea, huyendo de ese acoso y atrincherándose en sus centros de poder, van largándole ‘huesos’ a la bestia. Al parecer, el próximo será Grecia, a la que han traicionado con brutal alevosía: presionaron a los votantes para que derrotaran a los ‘antieuropeístas’, que amenazaban con salirse del euro, y ahora quieren expulsar ellos al país de la moneda única. Inconcebible: cuando han logrado que los griegos vuelvan al redil, los quieren echar del modo más infamante.
Todo sea por salvar a Alemania. Si se confirma la expulsión de Grecia (hueso también para distraer a los cabreados votantes alemanes) estaremos ante el final de la Unión Europea. Se concretará ‘manu militari’ la Europa de dos velocidades y los rezagados caerán bajo el fuego graneado de los mercados. Lo que no se sabe es si Grecia podrá recuperarse gracias al restablecimiento de su moneda, el dracma, una hipótesis que ha sostenido el mayor ‘izquierdista’ de Europa, que es el nobel de economía norteamericano Krugman.
Krugman, que es un estatalista, un ‘keynesiano’, ha sido vilipendiado por los ideólogos liberales (que, ojo, no son los que gobiernan sino los que preparan ‘coartadas’ ideológicas a la gran mafia mundial donde reside el poder). Y sin embargo, asómbrense, se están alzando voces liberales que explican que la salida del euro…¡de España! …puede no resultar tan dramática. Escribe Lorenzo Bernaldo de Quirós (de la línea de Milton Freedman) que, tras una eventual salida del euro y vuelta a la peseta, si las cosas se hacen bien no tiene por qué producirse un descalabro. Según él, así “…podría restablecerse con rapidez la competitividad a través de la depreciación de la nueva peseta, y por tanto, comenzar a crecer…”
Como se va viendo cada vez más claramente, la clave de todo está en la manipulación política y mediática de la deuda’. Ese es el ‘gran argumento’ con el que los Mercados nos acosan.
Frente a la deuda, conviene recordar una explicación que dio el profesor Irving Fisher en 1933: “La liquidación de deudas no puede mantenerse a la par –dijo- con la caída de los precios que causa (…) la liquidación se derrota a sí misma. Aunque disminuya la cantidad de dólares debidos, es posible que no lo haga tan rápidamente como aumenta el valor de cada dólar debido… Entonces tenemos la gran paradoja que …es el secreto principal de la mayoría de las grandes depresiones, si es que no de todas: mientras más pagan, los deudores más deben”. Trasladando 1933 al presente, la pequeña corrección a lo que dice Fisher sería solo que no es el dólar el que se encarece, sino la propia deuda, que genera constantemente nuevos intereses… A eso se suma el estruendoso vacío con que los Mercados dejan de abastecernos de capital para que nos hundamos.
Se comerán Grecia con nuevos mordiscos… ¿Cuánto le queda a España, atenazada entre el temido ‘rescate’ y ahora, quizás, el abandono del euro antes de que nos echen?
El nudo gordiano de la crisis, del que nadie habla, sigue siendo desconocer la deuda: romper el círculo vicioso que ya señalaba Fisher y aguantar el chaparrón…ya que, de todos modos, con la que está cayendo…