Tras la peor temporada vivida en la historia reciente cajista, se nos anunció una especie de revolución a la hora de la confección del plantel, se nos habló de muchos cambios y al final, parece que ya se cierra todo con nueve novedades, el cambio de tres cuartas partes del grupo a las órdenes de Ibon Navarro.
Sólo continúan Alberto Díaz, Darío Brizuela y Jonathan Barreiro, algunos más por el contrato en vigor que por su aportación, pero creo que la idea que se tenía de plantilla era una a inicio de verano y lo que se ha cerrado, parece otra.
Está claro que esta plantilla, por fuerza tiene que ilusionar más que la que teníamos, pero dar por bueno que esa paulatina bajada a los infiernos pasa a la historia de forma inmediata es para criterios dignos de las princesas Disney de antaño, recuperar el estatus regalado por el Club Baloncesto Málaga durante años, va a costar bastante, y lo que hay que esperar es que sea el inicio correcto.
Con independencia de todo, veo cosas que no terminan de tranquilizarme, empezando por la línea exterior, la labor de dirección del equipo queda en manos de Alberto Díaz y Kendrick Perry, y ya empezamos con modificaciones sobre la marcha, se habló del interés por Bruno Fitipaldo, incluso con el ex de Panathinaikos fichado, al final, ni el uruguayo sale del Canarias, ni llega otro base, por lo que Perry va a ser casi en exclusiva pareja de Alberto Díaz, con lo que otra vez a depender de la adaptación de un jugador nuevo en la liga para ver cómo le toma el pulso a la competición y a los rivales, y también a una posición en la que su última experiencia (sin alternar con la de anotador, tengamos esto en cuenta), tampoco fue especialmente satisfactoria. Algo peor, la dependencia de Díaz sube a un porcentaje más alto de lo debido, siempre ha necesitado estar a tope físicamente para rendir, y últimamente, junto a su nombre, vemos demasiadas lesiones musculares, si ya costó ver acostumbrarse a un Carlos Suárez martirizado por las lesiones, algo similar en el pelirrojo sería mucho más grave.
El resto de la batería exterior lleva a que Tyson Carter, Tyler Kalinoski y Nihad Djedovic sean los acompañantes de Darío Brizuela y Jonathan Barreiro. Para la posición de escolta, la llegada de Tyson Carter eleva -bastante- el nivel, pero creo que es una versión mejorada del donostiarra, y eso de tener cromos repetidos ya nos suena tristemente en Málaga, Kalinoski fue el quinto triplista de la ACB, y el tercero en porcentaje, tras Dani Díez y Kyle Wiltjer la temporada pasada, en el alero, Unicaja repatría otro ex ACB que llega tras diez años alejado de nuestro país, Nihad Djedovic vuelve siendo un jugador distinto, y del que no tengo muy claro qué va a aportar a la plantilla.
Por fuera veo una posición de base que se me queda corta y demasiado dependiente del buen estado de Díaz y la adaptación de Perry (a la competición, al equipo y a la exclusividad en la posición), cromos repetidos -nuevamente- en la posición de escolta, y poco espíritu defensivo, al menos sobre el papel, por dentro también hay mucha novedad, como la vuelta tanto de Will Thomas como de Melvin Ejim para la posición de “cuatro”, ambos jugadores, los cuales tendrían que haber desarrollado mayor parte de su carrera en Málaga, fueron causas diferentes, pero ahora sería el momento adecuado que aportaran lo que faltó en su momento, no sé si será posible, pero se reparten una posición crucial con el debutante Dylan Osetkowski, porque el debutante, pese a que puede jugar cerca del aro, ni mucho menos tiene entre sus cualidades “pegarse” dentro de la pintura.
Sólo faltan dos piezas, una totalmente nueva en Málaga, David Kravish, con buenos números en Turquía tras un trabajo oscuro en Manresa, y el otro, Augusto Lima, el cual creo que ha de que tener más ganas que nadie de triunfar en Málaga, tras nueve años de periplo profesional y de buenas aportaciones lejos de aquí, seguro que dar la mejor cara en Málaga es uno de sus objetivos principales a conseguir.
Muchas novedades, muchas ganas de que todos triunfen y alguna que otra duda, ya expresada a priori y que no deja de ser cosas ya experimentadas: la repetición de “cromos” en algunas posiciones, que nos vendan la polivalencia como la piedra filosofal cuándo termina traduciéndose en inconsistencia… cosas que ya conocemos, pero que hay tanta ilusión por dejar atrás que cualquier novedad genera alegría, y lo cierto, es que la experiencia nos tendría que recordar que, hasta que este equipo empiece a jugar, más nos vale no volvernos locos anticipadamente.