Retoques.

28 Jul

El transcurso del verano, nos está poniendo delante una circunstancia diferente, con un Unicaja que, a día de hoy es de los menos activos en el mercado de fichajes ACB, aunque quedarse sólo en el dato del fichaje de Tim Abromaitis no es justo.

El equipo malagueño hizo gran parte de la tarea para reforzar el equipo durante el curso pasado, con una reforma prácticamente integral del grupo que inició la temporada 2019/2020, las llegadas en el último tramo de la competición “real” que se jugó dieron otra cara al equipo y sentaron las bases para el grupo con el que cuenta Luis Casimiro Palomo, no todos se han quedado, y como he puesto varias veces, el plantel cajista me parece bastante adecuado, siempre y cuando se le dieran un par de retoques.

El pero llega ahora, con la consabida llegada del norteamericano, la cual a día de hoy es la única que se va a producir, aunque la configuración y la estructura del equipo varía sustancialmente al contar con Deon Thompson como cinco nato, circunstancia en la que el entrenador es el principal avalista, al igual que una confianza en cualidades que tanto Rubén Guerrero como Volodymyr Gerun todavía tienen que demostrar.

Que el juego interior cajista dejó que desear el curso pasado está claro, que arreglar el problema sólo con el cambio de Frank Elegar por Tim Abromaitis es mucho simplificar, porque realmente el cambio es por Deon Thompson, y de éste en versión “cuatro” se hace por el ex jugador del Zenit ruso. Después de concienciarme que la apuesta inicial está en dejar el equipo en la versión que hay ahora mismo, con algún posible retoque, si acaso en la línea exterior, se me hace complicado de digerir.

Que a día de hoy, las posibilidades de refuerzo estén en apuntalar el exterior ante la poca certeza del momento y la forma en la que se reincorporen Dragan Milosavljevic y Jaime Fernández no tranquilizan, que Francis Alonso esté en la plantilla en teoría como jugador número trece y que haya algo más que rumores de fichajes para su misma posición atañe a algo más que al jugador, también al proyecto de cantera, sobre todo con esa conversación que -según versión oficial cajista- se inventó Rafa Martínez, al que nadie le dijo desde Málaga que vendría bien aquí algunos meses (seguimos con la versión oficial). Todo el mundo menos el catalán ha desmentido eso, no estamos para perder el tiempo en no-ofertas (no lo olviden, según la versión oficial), y lo que faltaba que aquí, aparte de todo lo que se le ha llamado, a Martínez le dijeran mentiroso.

¿Fichará el club a un jugador para la posición de escolta?, se puede pensar que la cojera real está cerca del aro, donde falta músculo, contundencia y una seguridad defensiva, generando muchas dudas, pero la idea a día de hoy está en otra cosa y no parece que vaya a haber movimiento.

Lo habitual es que haya cambios en más de la mitad de la plantilla cajista, parece algo instalado en la configuración básica del club de Los Guindos, y la afición en Málaga está intranquila, no porque se haya fichado poco, sino porque la insuficiencia del juego interior es algo asumido. En todo esto, lo bueno es que el entrenador cree férreamente en lo que tiene, o al menos es lo que transmite Luis Casimiro siempre, así que poco más que discutir.

Personalmente creo que el quinteto interior necesitaría algún retoque para ser mínimamente fiable, no creo que sea necesario un superclase, pero al menos algo que apuntalara una plantilla que por fuera es de las que puede ilusionar, pero que con lo que tiene, o todo sale a pedir de boca, o los problemas serán complicados de resolver.

Pese a que todo tiene aspecto de estar resuelto, no sé si el hipotético refuerzo exterior será el único y último a sumar a la plantilla cajista, aunque quede menos tiempo que en años anteriores, hasta que comience la temporada 2020/2021, otra con problemas organizativos (vaya aburrimiento constante), no se puede descartar nada. Veremos.

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