Siempre ha sido la competición la que ha dictado si la cosa va bien o no, y se puede pensar que es todo fruto de los resultados, pero no está la cosa solamente ahí, que la cara que esté ofreciendo últimamente el Unicaja se limite a victorias, es una gran alegría, pero que el juego del equipo vaya a mejor no debe dejarse de lado.
La media docena de triunfos malagueños encadenados desde el arranque de la Eurocup no sólo tiene la cara de grandes momentos de juego, sino que no hay que olvidar que ha habido partidos cuyo recuerdo invita a pensar cosas malas de este deporte, pero que el Unicaja sacara con triunfo los malos encuentros ante Baskonia y Arka han ayudado también al crecimiento del equipo.
En el breve análisis de algo menos de un mes de competición no hay que olvidar ni el momento de la temporada, ni la diversidad de los rivales, plantear de manera simple que por haber ganado lejos de Málaga a Baskonia y a Valencia va a suponer que ya se va a acabar metiendo miedo a los de Euroliga es un error de principiante, pero para este Unicaja, el momento de vencer a estos equipos es ahora, cuándo, todo el mundo está en construcción, pendiente de ensamblar piezas y de que cada uno encuentre su sitio.
De momento, a este Unicaja todavía en construcción, se le adivinan cualidades y se le vislumbran defectos, pero de momento hay algo que está realizando bien, más allá del progreso del juego de equipo, cosa que se está viendo, la integración de los jugadores está siendo paulatina y adecuada, algo que entre la mala pretemporada y el peor inicio de competición se podía poner en duda.
Así estamos, de momento queriendo asumir que el equipo ha adivinado el camino adecuado para encauzar las cualidades de cada uno, algo que quizá debería haberse realizado antes, pero que de una forma u otra no ha empezado a manifestarse hasta que llegó el rato de inspiración del Buesa Arena y un partido perdido en tres cuartas partes, se terminó ganando.
De los partidos ante los equipos de Euroliga, creo que hay que sacar más de una enseñanza, se dirá que Unicaja terminó ganándolos porque los demás han estado muy mal, ciertamente, la duda si priorizar una competición u otra, siempre está de manera obligatoria en equipos que tienen la primera competición como un premio, ver que en Valencia, andan afilando la guillotina contra Jaume Ponsarnau y hablan sin ambages de jugar el play-off europeo, en un análisis superficial, seguro que hay que decir que para eso tienen catorce jugadores, que se han gastado un dineral, que entre la inversión para el primer equipo, la cantera y el nuevo pabellón, no sería nada limitar el mensaje a la necesidad de “competir frente a todos los rivales”.
De lo que se les exige a los equipos que llegan a la élite creo que ha de aprenderse, aunque lo habitual siempre está en poner presupuestos en fila y hacer así la clasificación, pero comprobar cómo le están atizando a entrenador y jugadores en Valencia, incluyendo también al conocido Chechu Mulero en su posición de Director Deportivo me hace pensar lo volátil que es todo esto, quizá se podría incluso pensar que el Unicaja venció cerca del Turia no porque sean muy malos, puede que incluso lo bien que lo hicieran los de Luis Casimiro impidiera a los locales de desarrollar lo bueno que tienen dentro.
No pienso que lo visto hasta ahora por parte del plantel malagueño signifique que aquí se va a triunfar, ni todo el camino va a ser un desfile por una avenida, pero sobre todo por la tranquilidad en el desarrollo de la plantilla, conseguir estos triunfos, que con el cambio de estatus se ven de otra manera, vienen muy bien para seguir creciendo. Mientras tanto, a ganar en Alemania y a Estudiantes en las siguientes citas que hay que afrontar, no deja de ser cuestión de seguir creciendo.
Seguir creciendo.
22
Oct