La línea de lo objetivo.

9 Oct

El final de mi columna de la pasada semana hacía referencia a los tres partidos que el Unicaja ha jugado en seis días, y como opinión personal, pese a salir derrotado en Vilna y en Madrid, creo que la imagen dada por el equipo ha sido correcta, como se ha dicho muchas veces, la felicidad eterna es la ideal, pero tenerla cuando llegue la decisión de los títulos, también vale.
El partido contra el Real Madrid tuvo de todo, momentos en los que parecía que no se peleaba, que el habitual ciclón blanco barría de la cancha a los chicos de verde, y que sirvió para demostrar que se puede pelear y mucho, que quizá se tuvo demasiado cerca la victoria, una pena.
Para un servidor, el partido del domingo tuvo otra circunstancia que me dio que pensar, y mucho. El partido lo vi en casa, por el canal #Vamos de Movistar+ oyendo los comentarios de la televisión, grave error por mi parte, pediré perdón.
Como la mayoría sabrán, retransmito los partidos del Unicaja en el 93.4 de la FM en Cope Málaga, desde hace más tiempo participo en la tertulia que suele hacerse los martes desde 2001 en la misma emisora, pero el domingo, en lugar de oír los comentarios de Emilio Guerrero, puse a Valdemoro y compañía, ¿en qué demonios estaría yo pensando?
Cuándo comento un partido, intento varias cosas: ir informado e informar de jugadores y circunstancias que rodean a los equipos, no decir tonterías (y que conste que hay partidos que invitan a la siesta, palabra) y sobre todo ser imparcial desde la previa hasta la despedida, aunque hable para una emisora local. Si algún día ese trabajo es para un hipotético medio del club de Los Guindos, me plantearé otras cosas, pero creo que nadie que me oiga o me lea, estaría contento oyendo propaganda en lugar de opinión o información.
Vaya por delante que lo del Real Madrid de baloncesto es alucinante, que son tan buenos que tipos como Ognjen Kuzmic o Walter Tavares parecen hasta guapos, que hacen un juego de ensueño, que cada vez son mejores y que arañarle un partido por parte de los demás equipos es una proeza, aunque si cualquier club se acercara a los casi cuarenta millones de euros de presupuesto real que se manejan en la capital podríamos hablar de otra cosa, pero ver sus partidos por televisión, o mejor dicho, oír la retransmisión es una auténtica tortura.
Alguien debería decir a las voces del canal de pago que se supone que retransmiten para toda España, que no son Real Madrid TV (que ya tiene un espacio particular en esa plataforma), porque hay veces que recuerdo esas retransmisiones de fútbol de las cadenas nacionales de radio en las que cualquier equipo que no sea FC Barcelona o Real Madrid es tratado como un grupo de tontos en comparación a los Messi y compañía.
De verdad, ni siquiera cuándo retransmiten un partido de Euroliga contra un equipo extranjero esa parcialidad resulta tolerable, y seguro que saben que en el Real Madrid-Unicaja habrá gente de ambos equipos y otros que les traerá al pairo si ganan unos u otros, pero si por algo pasan es por ser parciales. Los oyes hablar y ver ese nivel de “colegeo” con “Wonder Boy (que el dios NBA lo tenga en su gloria, ojalá triunfe allí)”, o del “Increíble” o de “El Facu” sonroja. No sé, a lo mejor lo que yo tengo es envidia por no ser tan colega de los del Unicaja aunque los haya visto jugar en Minibásket, lo mismo es eso, pero últimamente he vuelto a ver partidos clásicos de la NBA y aunque el bueno de Andrés Montes hablara menos de nuestro deporte, para el tema apodos tenía arte como de aquí a Lima.
De verdad, me da pena, sobre todo porque hablamos de la totalidad absoluta del baloncesto que se puede ver en España. Con una muy buena factura, con todas las posibilidades de ver ACB, Euroliga y NBA, si encima en Eurosport colocaran los partidos de Eurocup que ponen en la versión no española de ese canal, sería magnífico, pero oír los comentarios de según qué partidos desespera.
Seguro que los compañeros de Cope me recriminan no haber sido fiel, pero al estar yo habitualmente en los partidos del equipo malagueño, oír ese rosario de comentarios en los que un codazo de Rudy “no es nada”, que aún sin pitarse nada sea “falta clara” de cualquiera del Unicaja, o que Llull cometa una antideportiva de libro pero “lo ha hecho muy bien, se ha disculpado” exasperan, y de verdad, no hace falta ser un ultra de esos que no suele haber en el baloncesto, incluso los madridistas no acérrimos torcerían el gesto.
No creo que todo esto se arregle con que yo manifieste esta opinión que creo que no es la única, pero lo que sí pienso, es que aún colaborando con dos medios locales como es el caso de Cope y La Opinión, el día que me vea parcial, creo que me replantearé esto.

3 respuestas a «La línea de lo objetivo.»

  1. Pues los seguidores madridistas también tienen lo suyo…me dio por comentar en facebook que la diferencia en tiros libres fue abismal, y me contestaron que unicaja hizo 2 faltas más. Además, a este comentario absurdo (por 2 faltas más 20 tiros libres me parece una exageración) otro colega me puso un gif de zasca…y otro un comentario de que las faltas hay que saber hacerlas. Y saber pitarlas…que vaya sibilinidad…En fin…

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