Radical, ése ha sido el cambio que se ha observado en el Unicaja. Mi amigo Emilio Guerrero, desde su sapiencia lo tenía muy claro, decía hace unas semanas que si el equipo no se despeñaba y terminaba ganando al Real Madrid en la jornada previa al viaje a Vitoria, era capaz de encarar el compromiso frente al FC Barcelona con la intención más que clara de conseguir algo casi imposible: derrotar al equipo catalán.
Cuando llega el sorteo del torneo, entre que la suerte empareja con uno de los futboleros y que los chicos de Joan Plaza tienen en la bipolaridad la constante de su rendimiento, reconozco que ha habido que esperar a ver pasar el calendario para poder creer mínimamente en ellos.
En el presupuesto de cualquier temporada, la lucha y el competir con el rival que sea se supone que ha de estar en la exigencia a aplicar al Unicaja, pero ahora además hay que sumar que el momento de los contrarios es de los peores que se les recuerda, con un ambiente más que enrarecido en el seno del conjunto entrenado por Georgios Bartzokas.
Todos los problemas inimaginables aparecen en esta temporada, lo último es la baja de Juan Carlos Navarro por apendicitis, algo que es tan poco habitual que recordamos que en su momento sufrió también Pau Gasol en su periplo barcelonista, y de eso hace ya muchísimo tiempo.
Ha habido lesiones de toda índole. de entrada, Shane Lawal no ha llegado a debutar, Pau Ribas sólo ha jugado un partido en Liga y la lista va ya por 20 jugadores usados por el técnico griego, el cual lleva ya demasiado tiempo en el disparadero para no aventurar que un nuevo revés en forma de derrota (que por otra parte espero que llegue esta noche) lo haría candidato a ingresar en las filas de entrenadores en paro.
No obstante, a pesar de las bajas relatadas, de las dudas que hay sobre si alguno de los dudosos puedan jugar, cualquiera de los que salte el viernes al parquet en la capital vasca representa una amenaza seria para el enfrentamiento ante el Unicaja.
Para dirigir a la escuadra azulgrana, junto a Tyrese Rice, se ha añadido hace unos días Xavier Munford, fichaje que no termino de entender, porque si bien el equipo necesita algo más en el puesto de base, no parece la opción ideal, pero dentro de la errática política de fichajes desarrollada por Rodrigo de la Fuente, no termina de extrañar que haya llegado un jugador que no cuadra con el perfil del equipo barcelonés. E exótico canterano (pasaporte de Serbia y Guayana) Stefan Peno ayudará puntualmente.
En las posiciones de escolta y alero, Petteri Koponen, para mi opinión el jugador perimetral más importante, Markus Eriksson, Stratos Perperoglou y la posibilidad de Víctor Claver completarían la batería exterior, más ajustada en contraposición con la gran cantidad de efectivos que habitualmente suelen presentar, pero a priori, más que suficiente.
En el incompleto juego interior, Sasha Vezenkov, Vitor Faverani, Moussa Diagne y Ante Tomic, estarán seguro, con carencias que cubrir, pero capacitados para poder gobernar en el partido. Todo esto sin saber si piezas tan importantes como Alex Renfroe, Brad Oleson o Justin Doellman podrán llegar a la cita copera, pero la sensación que me deja es que una situación complicada puede hacer que toda la miseria que pueda tener el plantel blaugrana les sirva para poder adecentar mínimamente la temporada ante una oportunidad accesible de triunfo. A pesar de los problemas, calidad tienen entre ellos y siempre se ha dicho que la necesidad aprieta.
Enfrente, el Unicaja en situación parecida, aún vivo en todas las competiciones pero transmitiendo sensaciones de poca solidez. Eso sí, con la victoria ante el Real Madrid el pasado domingo, llega con un empujón grande en la autoestima, además la sensación que hay en el entorno es de oportunidad de morder una ocasión magnífica de ganar al FC Barcelona, algo que por aquí sabe a gloria siempre que se puede.