Una constante que tenemos los humanos es tener que convivir con frases que envenenan nuestras relaciones personales. Cuestiones como: «¿Qué soy yo para ti?», «¿hacia dónde va lo nuestro?» o «te quiero, pero sólo como amigo» invariablemente nos persiguen y castigan casi a diario, pero creo que el momento más duro llega cuando tenemos la respuesta a la primera vez que se hacen. Con nuestro Unicaja lo que nos pasa de un tiempo a esta parte es que se pueden aplicar esas frases que indicaba al inicio, ya que la relación de la plantilla está en otro plano diferente del que tenía en otra época distinta, desde luego.
La pregunta de dudar hacia dónde va todo esto parece que le va como anillo al dedo en la última fase de la historia del equipo del abanico, descabalgado de manera definitiva –aparentemente- de la élite. No estaría de más que los objetivos estuvieran fijados de forma real y consciente, no en un intento de tapar dudas e incertidumbres vertiendo inseguridades en modo amante inmaduro. Que de eso, se ha sufrido más de una vez.
Volviendo a ver el partido jugado la tarde del sábado en Las Palmas, me doy cuenta de que los de Joan Plaza han conseguido que, aún estando cerca en el marcador en todo momento, no ofrecía la peligrosidad necesaria para el contrario, pareciendo que no iba a ser capaz de ir a por el partido.
Al entrenador catalán le ha pasado ese caso que, gustándote el heavy metal, te envían un compañero de trabajo fan acérrimo del reggaetón. No sé si el entrenador del Unicaja es de añorar cosas, pero yo recuerdo al alero lituano Mindaugas Kuzminiskas y las sentencias que Joan Plaza le lanzaba cuando decía eso de «hay que valorar si ha de jugar uno que mete 20, pero que el suyo le mete 25». Ahora, ese virus lo tiene multiplicado por varios ejemplares en el plantel de esta temporada. Si él defendía un equipo con una dureza mental que lo hiciera competitivo y fiable, ahora maneja un grupo que hay días que exhibe un nivel de concentración ínfimo y que se desconecta con una facilidad impropia de un plantel que se supone ha de aspirar a pelear por cierto objetivo de fuste en este curso.
El paso de la temporada me ha hecho ir pensando que esta plantilla da para poco más que lo que viene mostrando. Aunque tiene margen y recorrido posible aún, la imagen que viene ofreciendo cíclica y periódicamente en los partidos importantes transmite que se puede creer en base a la fe que se le tenga, pero el crédito al que se ha hecho acreedor durante la temporada no refuerza pensar en que los enfrentamientos ante Bayern Múnich o Khimki de Moscú y FC Barcelona, en Eurocup y Copa del Rey, los dos objetivos más inmediatos a resolver, se puedan atacar con un mínimo de éxito asegurado. Es más, la tónica de la temporada dice que la pelea que el equipo pueda aguantar no da para rivales tan poderosos.
La inevitable invasión del fútbol en el deporte español hace que personajes como Diego Pablo Simeone asciendan a la categoría de maestros de la filosofía con frases tan sesudas como «ir partido a partido» o «no dejar de creer». La antítesis de ese «Cholismo ilustrado» que ilumina nuestras vidas desde hace unos años tiene un contrapunto en ese laconismo que empapa las declaraciones de aquellos como Joan Plaza o Carlos Jiménez, que son los que hablan del Unicaja. Está claro que hemos atravesado situaciones mucho más motivantes y placenteras. De hecho, recordar esa encuesta que ha puesto en marcha el club el pasado domingo para elegir el quinteto ideal de su historia me parece una bonita iniciativa, de las que gustan. Pero a día de hoy, pienso que el equipo ha de procurar que pueda creerse en él y para eso ha de llegar alguna muestra de madurez. Cosa que de momento ofrece demasiado de tarde en tarde.
Totalmente de acuerdo, este equipo no da mas de si y encima joan plaza se empeña en creer que ha inventado el baloncesto y hace unas rotaciones extrañas y mantiene a jugadores que no dan una muchos minutos, ver caso smith, una nulidad pasando el balón se ha convertido en una maquina de perder balones, y el lafayette, mejor lo dejamos para otro dia, esto es lo que hay……..
Muchas gracias por el comentario. Ojalá la posible mejora que existe se vea en algún momento. Nos vemos por el Palacio de los Deportes.
Por fin hago algo que llevo meses (quizá llegue al año o año medio) en mente. Simplemente felicitarte, no solo por tu sabiduría baloncestistica, que salta a los ojos que la tienes, sino por tu facilidad y naturalidad para plasmarlo en un post, da gusto ver una nueva entrada de Bonilla en la opinión. Uno se harta del periodismo de poca monta, con la única ambición de ganarse 3 pelas con titulares engañosos, y estas cosas son las que apetecen de verdad, muchas gracias y no dejes de expresar tu alegría, enfado o tristeza por este club, que muchos disfrutamos con ella, un fuerte abrazo y todas mis enhorabuenas posibles.
PD: muy buen artículo, espero que todo mejore, vamos Unicaja!
Firmado: Un boniller.
Muchas gracias por seguirme y muchas gracias por tus palabras de ánimo. Intento que lo que escribo os merezca la pena, y que cada vez que os asoméis, os merezca la pena. A mí, saber de vosotros me da aliento. Gracias otra vez y ojalá todo vaya mejorando.
PD: Curioso eso de «Boniller», más de uno en la familia se parte de risa. Un abrazo.